1. Primo Bully, parte 3


    Fecha: 11/04/2024, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Lolito41, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... lo rico que estaba sintiendo-.
    
    Toño respondió bajando la intensidad de sus arremetidas, comenzó a darme esos empujones cada vez más lento, pero también cada vez más intensos y profundos.
    
    - ¿Y ahora putito? ¿Está mejor?
    
    Pegué mi espalda a su pecho y recosté mi cabeza en su hombro izquierdo:
    
    - Sí güey, mucho mejor. Gracias.
    
    Estábamos cachondeando delicioso. El también hacía ruiditos, como pequeños gruñidos y también pujidos, pero de macho, no como los de nena que hacía yo.
    Sus manos habían avanzado hacia adelante y prácticamente me estaba abrazando por la cintura.
    Yo tenía mi cabeza completamente recostada en su hombro, con los ojos cerrados y mis manos se habían posado sobre las de él; no había mucho lugar dónde ponerlas.
    Entonces me dijo al oído, con una voz bajita y lujuriosa, y sus labios rozando mi oreja:
    
    - ¿Qué pedo putito? ¿Quieres que te bese o por qué te pones así?
    
    En ese momento una especie de electricidad recorrió todo mi cuerpo y abrí los ojos. Giré la cabeza, sin levantarla de su hombro, para mirarlo casi de frente. Nuestras bocas estaban muy cerca. Me apreté contra su cuerpo, abracé, casi envolví su pito con mis nalgas, se lo apretaba mientras movía mi trasero haciendo círculos, paseando su miembro de un lado a otro como si fuera un metrónomo, abrí ligeramente mi boca de una manera sumamente seductora, podía oler su aliento y le daba a oler el mío, nuestras respiraciones se habían agitado, nos mirábamos con intensidad y francamente con ...
    ... deseo. Entonces le dije con una voz sumamente cachonda e involuntaria que no sabría de dónde salió:
    
    - Haz lo que quieras Tony.
    
    - Ni madres putito. Responde, ¿quieres que te bese o qué?
    
    Entonces levanté un poco mi cabeza hacia la suya y lo que sigue lo dije con una voz que ya era más bien un ronroneo sexoso y con mi boca bien cerca de la suya, tanto que al moverse mis labios para hablar se rozaban con los de él:
    
    - Ya te dije güey, si tienes ganas, de todos modos ya perdí, ¿no?
    
    Lo que pasó a continuación no fue que nos besamos; yo estaba listo y dispuesto, pero era demasiado para Tony.
    Hubo una pequeña pausa de tres o cuatro segundos en la que tanto Toño como yo nos quedamos medio congelados, sin decir algo, pero sin movernos, nuestras narices y nuestros labios tocándose, respirando mutuamente nuestros vahos. Teníamos las bocas ligeramente abiertas y nos mirábamos fijamente, esperando cada uno a que el otro tomara la iniciativa.
    
    Y la tomé yo, o más bien algo dentro de mí la tomó, no actué pensando lo que hacía, más bien llevado por un instinto sexual muy fuerte: así como estábamos, sin necesidad de moverme más, succioné su labio inferior. No lo estaba besando, y creo que sabía que no lo haría, es decir, que no era mi intención.
    El brincó un poco por la sorpresa, pero yo, tratando de contenerlo, apreté sus brazos, que rodeaban mi cintura, llevándolos a estrechar el abrazo, y retomando el masajeo, que ya había menguado bastante, que le daba en el pene con mi ...
«1...3456»