1. El policía hetero (novio de mi mejor amiga) se emborrachó y me cogió en una fiesta


    Fecha: 16/11/2018, Categorías: Gays Autor: alej97, Fuente: SexoSinTabues

    ... consciente de todo lo que he hecho, lo que hago y lo que voy a hacer. No contesté porque realmente no supe qué decir. Él, como cosa rara, rompió el silencio en seguida. —Duérmete gafo. Quédate quieto. Le hice caso, me di la vuelta y me dispuse a dormir. Al cabo de lo que supuse, fueron horas, me despierto porque siento que me estaba abrazando, y de cierta manera, me sentía prisionero, tenía hasta una pierna montada encima de mí, y me estaba recostando el guebo, que se notaba estaba medio erecto. Me sorprendió darme cuenta que ya no llevaba su ropa de policía sino que tenía puesto unos shorts cortos como tipo playeros, y estaba sin nada en el pecho. Desafortunamente no sentía su piel porque yo sí estaba vestido completamente de franela manga larga y pantalón. — ¿Estás despierto? —pregunté en voz baja. —Sí. ¿Qué pasó? —respondió él. —No, nada. — ¿Estás incomodo? —me preguntó mientras me pasaba una mano por la pierna. Eso me aceleró el corazón. —No. —Entonces quédate quieto. Si quieres cambiarte la ropa me dices y te busco un short, algo para que estés más cómodo. ¿Quieres? —Porfa. Se levantó y me busco el short. Me cambié rápido y me volví a acostar. Guardé silencio por un rato y pasado unos segundos él me abrazó por detrás. Obviamente eso me encendió, pero como él no decía nada, pues yo tampoco. Decidí ser zorrita y comencé a moverme un poco hacia atrás, quedando justo a la altura de su guebo. No tardó un segundo en él moverse también. Enseguida me pasó una mano por debajo de ...
    ... mi cuello y me tuvo más cerca de él. Yo estaba muy nervioso. Ahí en el cuarto había más personas. Podían despertase en cualquier momento y si veían que algo raro pasaba no tardarían en contárselo a Angélica. Pero si él no tenía pudor, ¿por qué yo sí? Decidí dejarme hacer. Y no tardó mucho en decidirse porque me puso la mano a la altura de la cadera y luego poco a poco llego hasta mi culo, el cual moví cuando sentí su mano. Como se dio cuenta de que ya yo había cedido agarro la cobija que teníamos a los pies y nos arropó a ambos. Enseguida comenzó a agarrarme sin pena y con más fuerza. Yo preferí quedarme en silencio y no hablar. Que hiciera lo que quisiera. Me sorprendió cuando me bajó short de un coñazo y sin miedo. Luego, el bóxer. La escena me hizo que me pusiera a levantar más el culito y que fuera más zorrita: tenía un brazo debajo de mi cuello con el cual me lo apretaba y me dejaba sin respiración de raticos, haciéndome más prisionero, y con el otro brazo me apretaba las nalgas y me abría el culo hasta más no poder. En un momento intentó meterme el dedo y me dolió un poco, y enseguida me silenció con un “Shhh” al oído. Al principio me resistí, luego le rogaba que me hiciera su perra. Todo iba muy rápido, tanto así, que no tardé diez segundos en sentir su guebo en mis nalgas. Lo frené y le dije que si no tenía condón no. El bicho me ignoró siguió en lo suyo, ya mi opinión no importaba, él haría lo que quisiera y ya. Yo al principio ponía algo de resistencia, obvio, pero ...