1. El chacal de la Alameda


    Fecha: 27/10/2023, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Rafael, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... precioso el cabrón. Me prendió un chingo.
    - No había visto el culo que te cargas wey! No mames... me lo quiero comer... 
    - Jajaja... Tú también tienes buen culo... Si te como el culo, tu te comes el mío...
    
    Las calles se veían no muy seguras camino al hotel. Así que estaba dudando un poco. Yo no había sacado el celular para nada. No tenía mucho dinero, así que no me importaba si me quitara la cartera. No traía más que el celular. Así que iba ideando como esconderlo por si me quería robar. Me dice :
    - Aquel es el hotel. Si quieres yo paso primero y después tú... o entras tú y me esperas en la sala que esta al entrar. Le dije que él entrara primero y después yo. Me dijo que pagara la habitación sencilla.
    
    Así que entró él con las cervezas en mano y después de un par de minutos entré yo al hotel... Pedimos la habitación y un chavo nos llevó hasta una habitación en el segundo piso. Nos dio las toallas y nos preguntó si necesitábamos algo más.
    - Me puedes conseguir lubricante ? , le preguntó el chacal. 
    - Claro, se lo traigo en un momento.
    - Pero... llévate la llave para que no nos interrumpas.
    
    Nos miramos e instintivamente comenzamos a acariciarnos y a despojarnos de la ropa. En pocos instantes ambos estábamos sólo en calzoncillos, en los cuales se mostraba nuestro grado de excitación en los bultos. Ese chacal lucía impresionante. Era evidente que hacía ejercicio. Pero algo lo hacía lucir más impresionante : el enorme pene que se le marcaba en frente ! Entre ...
    ... abrazos y besos con la lengua llegamos a la cama...
    - Tienes una verga muy linda, me dijo mientras me despojaba del calzoncillo. La acarició y se la metió a la boca.
    
    Lo único que hice fue gemir ante aquella boca experta que devoraba con ansiedad mi pene. Yo no podía aguantar más y ante semejante caricia sólo podía pensar en algo : encularlo ! Lo coloqué en posición de perrito y le bajé su slip. Era una visión maravillosa : sus nalgas redondas, firmes y vigorosas estaban a mi disposición. Separé aquellas esferas duras y morenas para tener acceso a ese agujero marrón. Se veía bien cerrado y se contraía mientras mis pulgares lo presionaban. Un gemido y la tensión de sus nalgas me hicieron dudar un poco. Me había dicho que a él sólo le gustaba meter !... Pero el chacal se relajó y ambos pulgares consiguieron penetrar en aquel estrecho orificio violáceo.
    - Quieres que esperemos el lubricante ?, le pregunté mientras colocaba mi glande contra su ojete.
    - Cógeme !, me ordenó mientras impulsaba sus nalgas contra mi verga.
    
    Lo afiancé por la cadera y poco a poco mi pene se fue alojando en su delicioso y estrecho hoyito. Inicié un meneo de mis nalgas en círculos y él gemía de placer. El mete y saca era lo único que se escuchaba, nuestros cuerpos chocando en na deliciosa cogida.
    
    De pronto apareció el chavo que nos guío a la habitación y sin hacer ruido se acercó para dejar el lubricante y la llave en una mesita. De reojo nos miró. No hubo mayor interrupción, aunque debo admitir que ...