1. Mi sobrino viene a aprender inglés


    Fecha: 14/04/2024, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... asunto. Tal y como habíamos quedado, Román llego al living una hora después con sus apuntes y le di una intensa clase de dos horas. Noté que mi sobrino había ido a sus clases solamente a dibujar bicicletas en sus cuadernos y hacer cualquier otra cosa antes que prestar atención. Su nivel de inglés era mucho más bajo del que imaginaba y me di cuenta que iba a hacer falta muchísimas horas de ese culito duro sentado en la silla. Luego de 120 minutos sin despegar los ojos de sus apuntes y de hacer varios ejercicios de comprensión de texto, decidí que había sido suficiente por ese día.
    
    - Bueno Romi, terminamos por hoy, mañana seguimos – le digo mientras miro el reloj y veo que ya son casi las 6 de la tarde.
    
    - Ay! Menos mal tía, ya no me da más el cerebro – me dice con la cara invadida por el cansancio.
    
    - Yo sé que estas agotado mi vida, pero te querés distraer un rato con una bici? – le digo intentando seducirlo con la idea de ir a ayudar a mi amiga.
    
    - Que bici tía? – pregunta curioso.
    
    - La de Gladys, mi amiga que vive acá al lado. Hace varios días que no puede salir a pedalear porque la bici necesita un par de ajustes. Me dijo que te iba a pagar – agrego intentando hacer más interesante la propuesta. A Román se le iluminan los ojos y no puede esconder la excitación, porque recuerda el físico de Gladys y el simple hecho de que ella lo haya invitado a su casa le genera algo entre sus pantalones.
    
    - Si tía, obvio, aparte hace muchísimo que no la veo a Gladys, tenía ...
    ... ganas de saludarla – miente de muy mala manera. Yo respondo con una sonrisa picarona.
    
    - Romansito – le digo con tono burlón – ya sé que se está pasando por la cabeza. No te olvides que Gladys es casada y que no le gustan los pendejos como vos así que no te hagas el vivo porque te la corto – le digo un poco en broma y un poco de verdad. No puede evitar ponerse todo colorado y se levanta de la silla.
    
    - Pe-pero no tía – tartamudea – le arreglo la bici rápido y vengo a cenar con vos – y se va corriendo.
    
    En ese momento estaba casi segura que la fidelidad de Gladys hacia su marido era inquebrantable y, además, lo que le había dicho a Román no era mentira. Mi amiga nunca se había metido con un hombre menor porque decía que a ella la atraían los hombres maduros y con canas. Por ese motivo me quedé tranquila sabiendo que mi amiga nunca podría tocar sexualmente a mi sobrino. Aunque la cara de Román cuando nombré a Gladys y su alboroto de hormonas no me harían poner las manos en el fuego por él. Lo cierto es que la imagen se aparecía una y otra vez en mi cabeza pero sabiendo que no podía ocurrir jamás.
    
    Pasaron 40 minutos desde que mi sobrino se había ido a la casa de Gladys por lo que decido hacer uso de la puerta de atrás de mi vecina e ir a su garaje con unas cervezas frías para hacerles un poco de compañía. Antes de llegar a la puerta un inconfundible sonido me detiene en seco; los gemidos inconfundibles de Gladys y los rítmicos golpes de dos cuerpos chocando uno con el ...
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