1. Mi sobrino viene a aprender inglés


    Fecha: 14/04/2024, Categorías: Incesto Autor: nachoARG, Fuente: CuentoRelatos

    ... Pude ver como Gladys se paraba al lado de la colchoneta y miraba la escena con la misma calentura que yo la había mirado en su garaje. Comenzó a masajearse el clítoris y le hice señas con la mano para que se ubique delante de mí. Había tenido una sola situación lésbica en toda mi vida y había sido muchísimos años atrás; recuerdo haberla disfrutado y me había prometido que lo repetiría. No me imaginé que iba a ser con mi mejor amiga mientras mi sobrino me taladraba en mi pileta. Chupé la vulva de Gladys de la forma que me hubiera gustado que lo hagan conmigo. Los dos orgasmos que tuvo me hicieron saber que a ella le gustaba. Con el rítmico y enérgico movimiento de Román mi concha se inundó de flujos dos veces de forma que me hizo estremecer hasta el último pelo de la cabeza. Me levanté de la colchoneta con una sonrisa de oreja a oreja y la invité a Gladys a ocupar el lugar privilegiado. Román repitió la operación con Gladys con su verga tan dura como nunca antes lo había estado; sus venas parecían que le iban a estallar.
    
    Mi amiga acabó dos veces más y quiso llevar la situación a otro nivel; a esa altura yo ya estaba dispuesta a todo. Sacó la verga de Román con su mano derecha, escupió su mano izquierda y la pasó por su escultural culo. Apoyó el glande de Román en su ano y comenzó a empujar con su culo para atrás mientras Román respondía en sentido contrario. Yo decidí colaborar escupiendo un poco más el culo de Gladys ...
    ... mientras la dureza de mi sobrino se abría paso en las entrañas de mi amiga. Un pequeño gesto de dolor que duró apenas unos segundos fue reemplazado por gritos de placer: “Rompeme el orto pendejo” gritaba Gladys mientras su culo se dilataba más y más. Yo veía la escena y sacaba fotos mentales de la situación para guardar en lo más profundo de mi memoria. Mientras Gladys se regocijaba con su ano lleno de carne me apretaba las tetas y me miraba con cara de lujuria desmedida; yo me seguía tocando para ella.
    
    - Me viene la leche – advirtió Román y sacó su verga del culo de Gladys.
    
    Volvimos ambas a la posición en la que compartíamos nuestro postre mientras volvíamos a refregar nuestras tetas empapadas en agua y sudor desesperadas por recibir un trago de esa leche espesa y agria. Tomé la verga de Román y comencé a masturbarlo mientras Gladys le lamía los huevos. Al cabo de unos segundos Román comenzó a estremecerse y su barra de carne se convirtió en un volcán de leche. La mayoría fue a parar a mi boca mientras que el segundo chorro fue a parar a las tetas de Gladys. Nos miramos con mi amiga y nos dimos un hermoso beso de lengua mientras compartíamos los fluidos de Román.
    
    Es el secreto mejor guardado de mi vida, al igual que para Gladys y para Román. Esa semana seguimos estudiando inglés y Román aprobó. A modo de festejo vino a pasar un fin de semana con Gladys y conmigo a “divertirse” de la forma que más nos gustaba. 
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