1. Placentero asesinato


    Fecha: 08/04/2024, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    ... a la boloñesa, ¿me acompañarás, verdad?". Elsa se fijó en las hermosas tetas de Victoria, luego la miró a la cara y dijo: "Sí, claro".
    
    Al cuarto de hora, ambas estaban en la cama. "Aahh, Victoria, aahh, qué bien me comes el coño", decía Elsa debajo; "Ay, si, sí, méteme más la lengua, Elsa, así", respondía Victoria arriba. Sus éxtasis fueron duraderos, como suele ocurrir entre mujeres cuando se aman. Una vez saciado su apetito sexual, decidieron saciar el otro. Luego, tomando café, hacían pausas para hacerse tocamientos con los dedos y sorbían las pequeñas gotitas de leche que les salían de los pezones si los apretaban adecuadamente: eran sabrosos sus cafés. Más tarde se fueron a sentar al sofá del saloncito, primero se sentó Elsa y después Victoria, y finalmente terminaron de nuevo liadas. Elsa, a horcajadas, frotaba su coño con el de Victoria. Ambas, muy excitadas, gozaban orgasmo tras orgasmo, hasta que quedaron exhaustas, rendidas, y se durmieron.
    
    No, no podía, no podía asesinar Elsa a Victoria, le había gustado demasiado.
    
    Octavio llegó de trabajar. Abrió la puerta y se encontró con una visión que le dejó helado. Victoria cubierta de sangre, portando en la mano derecha, una pistola, agonizaba, mientras Elsa, con un gran cuchillo de cocina en la mano le asestaba puñalada tras puñalada. También Elsa sangraba, a través de un boquete en la barriga. Ambas estaban desnudas, tiradas por el suelo del saloncito. ¿Qué había pasado? No, Elsa no quería asesinar ya a ...
    ... Victoria, pero ¿y Victoria? Victoria... Victoria, dispuesta a cumplir la misión que le habían encomendado, la de liquidar a la asesina múltiple tras la que andaba, siguiéndole la pista, la policía, en la cual había ingresado secretamente, en un descuido, había sacado la pistola cargada de debajo de uno de los cojines del sofá y había disparado a Elsa, pero esta, que astutamente ya sabía quién era la agente que la seguía, fue precavida y ocultó el cuchillo con el que se defendió debajo de ese mismo sofá. Victoria pensó que Elsa dormía, pero se equivocaba: Elsa, la perfecta asesina, siempre estaba alerta, un sexto sentido la precavía. Octavio abrazó a Elsa, que reía. "Te juro, Octavio, que he disfrutado un montón, te juro, Octavio, que este ha sido mi más placentero asesinato".
    
    El piso fue limpiado. El cadáver de Victoria, quemado en las afueras. Sin dudarlo, los policías investigarían la desaparición de su agente secreto; sin embargo, sabiendo que Victoria estuvo a punto de liquidar a una asesina múltiple, conociendo la peligrosidad que eso entrañaba, dándose cuenta también de que lo que le habían propuesto hacer era ilegal, entraba dentro de las corruptelas internas, ya que una de las víctimas de Elsa era hijo de un comisario, y este se conformaba con que hubiese un "ojo por ojo diente por diente", que la que había acabado con su hijo a su vez, muriese, tampoco molestarían demasiado, no irrumpirían inopinadamente en el nidito de amor de Elsa y Octavio.
    
    "Oohh, sí, Elsa, así, ...