1. Una chica normal (1): Pagando la renta con el culo


    Fecha: 02/04/2024, Categorías: Confesiones Autor: Megan Saori, Fuente: CuentoRelatos

    ... siempre se había portado bien y paciente conmigo. Pero esta era ya la tercera (¿o cuarta?) vez que le tenía que pedir más tiempo para completar la renta y la verdad, me moría de pena el tener que hacerlo. Quizás podría conseguir prestado durante el día y más tarde llevárselo a su casa o algo. Cualquier cosa era mejor que tener que dar la cara.
    
    El problema: seguía en cama. Y sin ganas de levantarme. Según el reloj, tenía un par de horas de tiempo antes de que llegara mi rentero. Y otra más para la entrevista. Llevaba tiempo sin pareja ni relación estable y mi puchita ya extrañaba tener un poco de acción. Decidí recurrir a mi vicio, y tomando mi celular entre a CuentoRelatos para buscar algo interesante que me despabile un poco. Busqué en novedades y escogí el relato con un título que me pareció atractivo. Empecé a leer y no tardé mucho en ponerme a tono.
    
    Abrí mis piernas y con ello empujé a mi gato que solía dormir conmigo. Molesto, se movió de lugar y me lanzó una mirada acusatoria. ¡Puta! Casi lo escuché decirme. Ignorándolo, hice a un lado mi pequeño calzón floreado y empecé a frotar mi peluda vagina, primero lento y luego más fuerte y con más velocidad. Introduje un dedo. Luego otro más. Metía y sacaba mis dedos mientras leía un relato lésbico acerca de dos cuñadas compartiendo una cama. Mi panochita estaba chorreando jugos y no me costó trabajo meter un tercer dedo. Un cuarto sería demasiado, aunque en ese momento deseaba meterme la mano entera.
    
    Soltando mi ...
    ... celular estiré mi mano hacia el pequeño mueble a un lado de mi cama y tomé mi desodorante favorito. Favorito no por su aroma, sino por su forma fálica. Lo pase por mis labios, lubricando con mi saliva para luego posicionarlo entre mis piernas. Lo presione contra mi panocha y la saliva y mis jugos hicieron el resto. De un solo empellón lo metí hasta el fondo.
    
    “¡Ugggh!” gemí al sentir el improvisado falo de plástico abrirse paso entre mi abundante vello púbico y alojarse en mi hambrienta cueva, mientras mi gato seguía con su mirada acusatoria. ¡Puta! Lo escuché decirme de nuevo.
    
    Empecé un movimiento de mete y saca al tiempo que la humedad de mi sexo y la fricción del desodorante se combinaban para hacer un escandaloso ruido cada vez en aumento. Llevé los dedos de mi mano libre hacia mi panocha, empapándolos de mis jugos para luego llevarlos a mi boca. No tenía tendencias lésbicas, pero me encantaba probar mis propios flujos. Luego llevé mi mano hasta mis pechos para besarlos y estrujarlos tratando de hacerme el mayor daño posible, al mismo tiempo que sentía como se acercaba mi orgasmo.
    
    “Así papi, así. Cógeme, destrózame papito. Soy tu perra, soy tu puta. Pero no pares, ¡no pareees!” grité en voz alta emulando los muchos diálogos que tanto disfrutaba en mis sesiones de lectura mientras me retorcía entre espasmos, presa de un brutal orgasmo. Sentí como mi caliente y peluda cueva expulsaba chorros y chorros de jugos. Si bien no tenía yo la capacidad de hacer squirt, si ...
«1234...8»