1. Huatulco


    Fecha: 05/03/2024, Categorías: Voyerismo Autor: voyenudista, Fuente: CuentoRelatos

    ... vimos que bajo una enramada rústica estaba una pareja; nadie más a la vista.
    
    Como es costumbre cuando estamos en una playa solitaria, Alina se despojó de su traje de baño; yo la imité en seguida y dejamos las prendas sobre una roca, disfrutando de la placentera sensación del sol y el viento sobre el cien por ciento de nuestras epidermis. Al cabo de un rato nos dimos cuenta de un inconveniente: no había un solo lugar con sombra y, de continuar así, la piel de mi novia pronto se empezaría a irritar. En ese momento, estaba anclando junto a nuestra lancha una embarcación similar, de donde bajaron tres mujeres y un hombre y se colocaron a unos cincuenta metros de nosotros.
    
    -Tenemos dos posibilidades –le dije a Alina. –O nos regresamos a la lancha ahora mismo o voy a traer bloqueador.
    
    -Yo quiero estar aquí más tiempo –me respondió. Así que caminé hasta quedar frente a la lancha y nadé hasta ella. Para esto debí pasar muy cerca del pequeño grupo, quienes notaron mi desnudez.
    
    Ya a bordo busqué un par de bloqueadores y la pequeña toalla de microfibra que llevábamos, y las metí en una bolsa de polietileno que me facilitó el capitán. Regresé junto a Alina, a quien encontré sentada en la arena. Se levantó para secarse y recibir la protección solar tan requerida; luego hice yo lo mismo. Cuando la crema se absorbió, nos metimos a jugar en el agua, saltando entre las olas, como dos chiquillos.
    
    A la lancha que llegó después de nosotros, se sumó otra, bastante más grande, con ...
    ... un segundo nivel en el que estaban dos hombres. Abajo venía un grupo heterogéneo de adultos y jóvenes, en total una docena de personas. Anclaron pero de momento nadie bajó. Salimos del agua y nos recostamos sobre la arena húmeda. La pareja que estaba bajo la enramada se acercó al mar; eran un hombre de alrededor de cincuenta años, de buen cuerpo, su pareja era una mujer algo más joven, con un cuerpo muy llamativo; mientras él iba desnudo, ella usaba un bikini negro muy pequeño, que la hacía ver sumamente sexy. Entraron al agua y se quedaron allí, flotando y saltando olas. Nos acabábamos de sentar cuando los vimos saliendo del mar, caminaron hacia donde estábamos nosotros y cuando estaban a corta distancia de nosotros, se detuvieron y nos saludaron amablemente; él mostraba una erección completa que le hacía lucir un pene grande y grueso, de medidas similares al mío; el bikini mojado y ajustado de ella, en color naranja, marcaba perfectamente sus labios mayores, en un atractivo “camel toe”; era difícil apartar la vista de ambos, sobre todo que sus genitales quedaban a la altura de nuestros ojos. Tuvimos una charla superficial de menos de un minuto, después de la cual ellos tomaron su camino hacia los riscos del final de la playa, a menos de cincuenta metros de nosotros. Él se recargó en una roca lisa y redonda y atrajo hacia sí a su pareja, besándola y magreándola apasionadamente, al tiempo que le desataba el top del bikini; Alina y yo no los perdíamos de vista, como tampoco lo ...
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