1. Mis odiosas hijastras (2)


    Fecha: 01/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... un paraguas en la mano, el cual sacudía en la entrada, para finalmente meterse adentro de la casa.
    
    —Se volvió loco —dijo Valentina, dirigiéndose a su hermana, como si con esa frase lo explicara todo. Luego, dirigiéndose a mí, gritó—: ¡Yo sabía que estabas loco!
    
    —Esta… —dije. En el último momento tuve el temple suficiente como para no volver a llamarla pendeja—. Ella me mandó un mensaje de muy mal gusto —dije, sin atreverme a decir el contenido de aquel mensaje.
    
    Creo que fue debido a mi aspecto desesperado que Agostina pareció entender que yo tenía motivos para estar furioso con su hermana.
    
    —¿Es verdad? —le preguntó.
    
    —¡Nada que ver! —dijo Valentina.
    
    —Entonces que me muestre el celular —dije, y después, dirigiéndome a Valentina, insistí—. Mostrame el celular.
    
    —No le muestro el celular ni siquiera a mis chongos de turno, y te lo voy a mostrar a vos, claro… seguí soñando machirulo—respondió ella.
    
    —Valu, ¿Por qué no se lo mostrás? Así terminamos con esta escena desagradable de una vez —intervino Agos.
    
    —¡Estás loca vos también! —dijo Valentina, y se fue, dejándonos solos. Rita le siguió los pasos.
    
    Lo cierto era que Agos no se compadecía de mí, ni mucho menos. Ella sentía repudio por cualquier tipo de escándalo o situación mínimamente conflictiva. Para ella todo en el mundo debía ser lindo, prolijo, limpio y pulcro, como lo era la propia Agostina.
    
    Valentina era definitivamente la que más hostil se mostraba conmigo, pero eso no significaba que con ...
    ... Agos nos lleváramos bien. Había algo en su mirada, en su andar, en su tono de voz, que dejaba en evidencia su complejo de superioridad. Aunque justo es decir que esa actitud la sostenía con casi todo el mundo. De las tres hermanas, era la mayor, contaba con veinte años, y ya había empezado la universidad. Era la más inteligente, al menos en lo que respectaba a cuestiones académicas. Si Valentina era machona, malhablada y vulgar, Agostina era la personificación de la femineidad, una femineidad estereotipada y de otra época quizás, pero así era.
    
    A diferencia de Valentina y Sami, a ella la conocí el mismo día en el que fui a vivir a esa casa. Me sorprendió su aspecto. No tenía nada que ver con Mariel, ni mucho menos con Valentina. Según me había dicho mi mujer, ambas eran del mismo padre, mientras que Sami era hija de su siguiente pareja. Supuse que Agos había heredado los rasgos de su padre. Tenía la piel clara, y el largo pelo negro contrastaba de manera exquisita con ella. Su rostro era de facciones perfectas. Se parecía a su hermana en los labios gruesos y los ojos marrones, pero hasta ahí llegaban las coincidencias físicas. La cara tenía una forma ovalada y unos pómulos sobresalientes, que le otorgaban una belleza que la otra no tenía. Si Valentina derrochaba sensualidad, Agos irradiaba hermosura. Su cuerpo estaba perfectamente proporcionado. Le llevaba varios centímetros a su hermana, sus tetas eran grandes, pero no de un tamaño exacerbado, sino que estaban en sintonía con ...
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