1. Mis odiosas hijastras (2)


    Fecha: 01/03/2024, Categorías: Hetero Autor: dickson33, Fuente: RelatosEróticos

    ... apareciera Sami. ¡Sami! Recordé de repente. ¿No se abría asustado por la tormenta? Pero de todas formas primero me fui a ver la térmica. Aproveché la soledad para acomodar mi verga. Pero no pude hacer que se me bajara. La apreté con el elástico del bóxer, logrando disminuir el bulto, aunque no desaparecerlo. Como era de esperar, la térmica no había saltado. El corte de luz no era algún problema de la casa, sino de toda la zona, tal como había dicho Agos.
    
    Volví por mi camino. En ese momento me di cuenta de que me quedaba muy poca batería en el celular. No tenía idea de cuándo regresaría la energía eléctrica, por lo que decidí apagar la linterna, y regresar tanteando el camino. Fui por la oscuridad, sin dejar de pensar en la infidelidad de Mariel y en las ganas que tenía de desquitarme con las hermosas perras que tenía por hijas.
    
    Entonces me tropecé con alguien. Alguien que también andaba por la oscuridad.
    
    —Perdón —dije.
    
    Cuando lo hice, me pareció sentir su cadera. Y ella, muy a mi pesar, había sentido mi erección en ella. ...
    ... Pero solo fue un segundo. Quizás creería que la dureza que había hecho contacto con ella era la del celular. Pero no tuve tiempo de convencerme de eso, ni de sentirme avergonzado. Porque luego ocurrió algo increíble. Antes de que pudiera preguntar de quién se trataba, quién era la que se había topado conmigo en la penumbra, una mano se posó sobre mi verga.
    
    Quedé sin palabras, sin siquiera poder moverme, totalmente petrificado. Y por si fuera poco, ese contacto no solo fue premeditado, sino que no pretendía ser algo efímero. La mano, de dedos delgados empezó a masturbarme por encima del pantalón. No tardé en empezar a jadear, totalmente entregado a la sorpresa y el placer. Mi hijastra —quién sabía cuál de ellas era—, frotaba la verga todo a lo largo.
    
    La agarré de la muñeca, y tironeé de ella, para llevarla al cuarto de luces y cogérmela de parado ahí. Pero en ese momento, ella se soltó, y salió corriendo en medio de la oscuridad, sin haber dado la cara, dejándome totalmente confundido, y completamente excitado.
    
    Continuará... 
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