1. Verano del 84 (Capítulo 3)


    Fecha: 21/11/2023, Categorías: Primera Vez Autor: Flyer, Fuente: CuentoRelatos

    La rutina cambió entonces a masturbación mutua. Nos acomodábamos lado a lado en la angosta cama, y había cierta cuestión de quien iba de qué lado, ya que ambos somos diestros. A veces también uno solo pajeaba a ambos, e inclusive mientras otro leía en voz alta (o baja mejor dicho) los tramos calientes de La Segunda Dama. Pero siempre en simultáneo, ya que seguíamos con la pulsión de compartir el placer, y tratar de llegar al orgasmo juntos.
    
    - Viene Cami el finde - suelta un día.
    
    - ¡Que bien! Si hay pileta y bikini, voy a llegar al lunes cargado.
    
    - Y nos vas a tener cerca. Nos vamos a dormir a la habitación huéspedes de abajo de la casa de la abuela. Mas cómodo para todos. - Su casa era chica, y eran tres hermanos.
    
    - ¿Y no da para un encuentro nocturno? Los abuelos duermen profundo y a puertas cerradas.
    
    - Si, ¿y Cami?!
    
    - Ahh claro…. Que boludo.
    
    Cami era alta como yo (un poco más que Susi), algo robusta, de caderas amplias, mas no era gorda, de hecho era bastante delgada para su contextura. Siempre con la excepción de sus lolas, grandes, firmes y abundantes. Su pelo era castaño largo ondulado y ojos color miel. Su rostro era muy atractivo y portaba tenues pecas en las mejillas. Verla en bikini resultó mejor de lo anticipado. Nos divertimos mucho los tres, aunque en la pileta generalmente tenía que maniobrar con inteligencia para ocultar mis evidentes erecciones. Jugamos ajedrez en serio, en el tablero de “cubierta” de mi cuarto. Cami era una excelente ...
    ... jugadora. Después de un par de noches, en un momento que por aparente casualidad nos quedamos a solas con Susi, me dice:
    
    - Hoy quédate despierto hasta tarde. Tipo las 2. - Me latió con fuerza el corazón.
    
    - ¿En serio venís? Qué bueno, esto ya me estaba matando.
    
    - Yo no. Cami. - Me quedé helado. - Hablamos la otra noche de sexo, y le confesé algunas cosas. - agregó luego de un silencio.
    
    - ¿Qué cosas? O sea, hasta donde le contaste.
    
    - Sin la parte del ehh… contacto físico. ¿no querés? no te quise joder, si no está todo bien, ella va a guardar el secreto.
    
    - No, digo si, si, está todo bien. Es re linda y me gusta. Solo es la sorpresa.
    
    - Si, y me queda claro que ella gusta de vos también.
    
    Fue extraño el resto de la tarde. Por un lado pretender indiferencia frente a la familia, por otro las miradas cómplices con Cami. Ambos nos sonrojamos más de una vez, nos sentamos al lado en la cena, y en la sobremesa de la cena, en determinado momento se respalda en la silla con sus manos en sus muslos, y oculto por la mesa coloqué mi mano sobre la suya. Se sobresaltó al principio, pero luego entrelazamos nuestros dedos, sin mirarnos.
    
    ¿Quedarme despierto hasta las 2? ¡Qué problema! Ni con un sedante de elefante me dormía. Me quedé recostado en la cama con mi velador encendido, pretendiendo leer mas no avanzaba ni una página. Llegó la hora convenida, pasó la hora convenida, y mi ansiedad me carcomía. ¿y si bajo? ¿se habrán quedado dormidas? Veo moverse el picaporte de la ...
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