1. Algo real (Segunda parte)


    Fecha: 07/10/2018, Categorías: No Consentido Autor: Mercedes, Fuente: CuentoRelatos

    Los ataques de celos que me invadieron respecto a la relación entre Celia y su hermano se fueron atenuando paulatinamente. Pude darme cuenta que la relación entre ellos era pre-existente a mi aparición y que yo era injusta en apreciarla. Por otro lado un trabajo intenso en mi empresa, no daba lugar a reflexiones muy tortuosas y paulatinamente se fue imponiendo en mí el deseo de vivir intensamente la experiencia en lugar de ahondar en un análisis que pudiera destruirla.
    
    Por otro lado, resultó importante apreciar la forma como vivían esto los otros dos protagonistas ya que la relación no era un asunto que dependiera solamente de mí.
    
    Celia se ha demostrado como una mujer enamorada y debería decir que, al parecer para ella, nuestra relación va más allá del aspecto pasional, que de por sí es intenso entre las dos, sino que además ella dice haber encontrado en mí a la compañera y amiga. Me he dado cuenta que esto representa un peligro para la relación por cuanto a mí me parece más fácil manejar una pasión que un amor, pero no he querido profundizar en eso.
    
    Pero sí, ambas hemos notado, que en la medida que la relación se ahonda entre las dos, mis sentimientos por Julio, que un principio tenían las características típicas del gran amor, se han ido desperfilando notoriamente. Una interpretación fácil a lo que me pasaba, habría sido admitir tranquilamente que mi verdadera condición era la de una clara tendencia lesbiana o, cuando menos, que mi actitud se estaba definiendo con ...
    ... características de bisexualidad.
    
    Sin embargo la realidad me ha demostrado que los hechos van sacando estas apreciaciones del plano de las definiciones semánticas para situarlos en una realidad que las define con mayor simplicidad.
    
    Habíamos conversado con Celia, así como soñando, de la posibilidad de llegar a vivir los tres juntos. Esto se lo insinué yo a Celia en nuestra correspondencia electrónica nocturna y fue una sugerencia que ella recibió con gusto. Sobre ese tópico intercambiamos ardientes mensajes en los cuales le dábamos vuelo a nuestra fantasía inventando variadas situaciones en las cuales la pasión erótica nos envolvía y cada noche la situación nos parecía más atractiva y más posible, puesto que tanto ella como yo éramos mujeres libres y Julio en cierto sentido también lo era puesto que se había separado de su esposa.
    
    Pero había que poner a Julio al corriente de los planes que ambas mujeres habíamos elaborado. Ambas estábamos seguras que él aceptaría puesto que desde el punto de vista de un hombre parecía una situación muy privilegiada para él, pero debo admitir que ninguna de las dos se atrevía a plantearlo.
    
    Lo que sucedía era que Julio ignoraba el grado de intensidad que había alcanzado la relación entre Celia y yo.
    
    Decidimos que Celia viajara hasta mi ciudad para poder conversar esto con tranquilidad. Celia es una prospera comerciante y puede viajar con facilidad sin tener que dar explicaciones a su familia.
    
    El solo hecho de que Celia viniera a ...
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