Buscando un Amigo - Relatos Eróticos

Buscando un Amigo

... lo dejamos. No pierdes nada. Soy legal y solo quiero lo que te he dicho anteriormente. Tocarte, acariciarte un poco y me marcho. No nos damos teléfono ni nombres. Hemos llegado curiosamente hasta este punto de la conversación sin presentarnos. Y nadie se ha ido espantado. Sí, es raro pero tienes toda la razón. Estoy sorprendido pero no asustado. Vámonos a algún sitio apartado y discreto. Nada de aseos públicos ni lugares comunes o previsibles. Anímate y levántate con naturalidad, lo vamos hablando mientras descubrimos la zona. Sonriente y algo nervioso, se levantó y no sé si convencido pero al menos dejándose llevar, pagamos lo consumido y nos fuimos. Era un barrio residencial y de muchos edificios. Sábado por la tarde, poca gente. Vimos un edificio grande y la puerta abierta. Le dije ahí mismo. Que tal si subimos a la última planta y vemos algún rincón o escalera? Entramos y directamente al ascensor. Salimos en la última planta y encontramos una escalera hacia la azotea. Era perfecta, oculta y con un recodo. Subimos sin hablar y al llegar arriba vimos una puerta cerrada con enorme candado. Ahora o nunca le dije. Ok, me dijo En voz baja. Comencé a acariciar su miembro por encima de la ropa. Se excitó rápido. Él mismo bajó la cremallera y lo sacó afuera para sentirse más cómodo y con menos tensión. Si miembro era o ya estaba un poco grande. No descomunal. Talvez unos 18cm y volumen normal, no excesivamente muy grueso. Era ideal. Se acoplaba muy bien a mí mano. Le pregunté ...

... si habitualmente aguantaba un buen rato. Me dijo, si lo normal 10 o 15 minutos pero ahora con los nervios me siento algo extraño. Cómo muy excitado y con temor por si apareciera alguien. Nunca lo hicisteis en un lugar público con una chica? Claro. La diferencia es que soy un chico. Nada más. Ya, será eso me respondió. Le pregunté si le estaba gustando y asintió con su cabeza y dijo bastante. Yo sentía mucho placer, si miembro tibio y húmedo cada vez más tieso en mi mano que lo acariciaba delicada y lentamente. Le veía aumentar su excitación de manera relajada y con total aprobación. Le dije sin más, ya es momento que pasemos al siguiente nivel. Saborearla y darte placer con mi boca. Me muero de ganas. Estás preparado para ese segundo paso? Como tú lo veas. Por mi encantado. Le hice ponerse dos escalones por debajo y me senté en un escalón a la altura adecuada. Me quedaba exacto, recto y directo hacia mi boca. Lo apoyé sobre mis labios estirados hacia adelante cubriendo la mitad del glande y mirándolo a los ojos. Le di un beso de agradecimiento y como ritual de inicio. Relájate le dije. Abrí mi boca y con la lengua comencé a acariciar debajo en la zona del frenillo. Recorrí la circunferencia del glande unas cuantas veces para lubricar bien y comencé a deslizar mis labios hacia adentro y afuera con una leve y suave succión. Se sentía muy agradable en mi boca. Si piel tibia, saladita y de textura muy suave. Era deliciosa la sensación en mi boca. De a poco fui introduciendo su ...