LA AMIGA DE CLARISA - Relatos Eróticos

LA AMIGA DE CLARISA

... entusiasmado por cómo tenía la pija al palo.” 
“Sally se levantó a poner música. Yo recogí la botellita. Charly no se movía. ¡Era un placer verlo sentado en el suelo, con las piernas cruzadas y la pija saliendo hacia arriba entre sus muslos! «¡Vamos a la música!» Una calentísima música caribeña, para mover a placer culo y tetas. Ante las dudas de Charly, nos pusimos a bailar las dos, rosándonos. Más bien refregándonos de adelante y de atrás, culo versus culo, tetas versus tetas, cagándonos de risa. «¡Vamos a bailar!» Lo tomamos de las manos y lo paramos. Ya no se tapaba más. Nos pusimos a bailar alrededor de él. Refregándonos, por supuesto. Sally estaba contra su espalda, apretándosela con las tetas. Yo me puse de frente. No hubo más “remedio” que tener su pija entre mis muslos. Seguimos moviéndonos, él con su pija rozándome la concha…, y con las tetas de Sally apretándole la espalda. En un momento, levanté una pierna y la puse sobre el apoya brazo del sillón. ¡No hubo otra salida! Le tomé la pija con la mano y me la ensarté de una, empujando mi pelvis contra la suya. Estábamos todos tan húmedos que no hubo problema. Abracé su cintura. Sally tomó sus caderas y empezó a moverlo para un mete y saca. Charly tenía los ojos como monedas y la pija como columna de hormigón…, y no reaccionaba a nada…, pero la pija seguía dura dentro de mí. Yo acompañaba los movimientos de Sally, con mis manos en la cintura del pibe, siguiendo el bombeo, moviendo mis caderas, hacia adelante, hacia ...

... atrás. ¡Teníamos qué hacerlo acabar! Estuvimos unos cinco minutos así. Yo con la pierna arriba, abrazándolo por la cintura. Sally moviéndolo desde las caderas, con las tetas bien apretadas contra su espalda. Si él nos consideraba putas, nosotras no nos íbamos a ofender…, hasta que empezó a suspirar y gemir. Nos miramos con Sally y sabíamos que iba a pasar. Cuando lo sentí vibrar y estremecer, lo apreté contra mí, hasta que llegara al útero. Sally lo empujó con todas sus fuerzas… ¡y llegó la sacudida! ¡Este chico no había acabado en 20 años! «¡Así, así tesoro!» y lo besé en la boca. ¡Ni besar sabía!”

-¡Un virgen total! 
-¡Ni más ni menos! Algo rarísimo, que un chico a los 22 años no tenga ninguna experiencia sexual…, realmente.
 
“Ahora la segunda parte. Cuando me separé de él, luego que sentí flácida la pija, Sally se agachó inmediatamente a chuparme la concha y sorber el semen que había largado Charly. Estaba petrificado. Yo lo tenía con los brazos rodeando el cuello. Cuando Sally terminó conmigo se dio vuelta, siguiendo arrodillada, y fue a la pija de Charly a “limpiarla”. Él volvió a suspirar y gemir. Sally mamó lo suficiente para que nuevamente se pusiera dura.”
“«¡Sí, sí, mi amor!» Ahora fue Sally quien lo agarró de la cintura y se la clavó a si misma. Yo era quién ahora movía sus caderas. ¡El pibe no sabía ni bombear! ¡Ni siquiera se le ocurrió tirarnos al sofá! Tardó un poco más, pero a los diez minutos, no solamente Charly acabó. ¡Sally tuvo su primer orgasmo con ...