1. JUGANDO CON LAS VECINAS


    Fecha: 03/09/2022, Categorías: Hetero Tus Relatos Autor: Caramelo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... de que Clarita quería coger, si o si.
    Se metió hacia mi entrepierna y me mamaba con todo. Al fin se montó, y se la enterró hasta el fondo, de un saque. Se tiró sobre mí. En realidad estábamos haciendo un “misionero”, con ella arriba. Clarita bombeaba sobre mí, en un enérgico meta y saca. De esa forma la refregada de los cuerpos era mayor que en el clásico misionero. No pasaron más de quince minutos cuando equiparamos los orgasmos…
    -Ahora si podemos dormir… ¡Jajaja!
    	Hora sí. Como es común para los varones, poco después me desperté con la pija totalmente al palo. No la podría desperdiciar. Normalmente, cuando estoy solo, me hago una buena paja.
    Le dije a Clara.
    -¿Querés montarte tesoro? Me desperté con la pija súper dura.
    -¡Oh no! Ahora quiero dormir yo. Hacemos cucharita. Me la metés en el culo y me bombeas.  No importa que yo me duerma. Ponete cucharita, metemela en el culo y bombeá. Yo sigo durmiendo. Si acabás dentro, me va a encantar dormir con el culo lleno de tu lechita.
    	Eso es lo que hice. Se la metí y bombeé hasta el orgasmo. La pija le quedó dentro y también me dormí. Cuando desperté, serían más o menos las diez, por la altura del sol. Me levanté para ir al baño y estuve como media hora bajo la ducha. Me puse la única ropa que había traído y fui a la cocina. 
    Clara estaba atendiendo. Me preparé un café y comí algo, no mucho, como para aguantar la mañana hasta el mediodía. Le serví un pocillo a Clara y fui al kiosco. Estaba atendiendo a alguien. Me hizo seña ...
    ... de que entrara. No había problema con ese cliente. Me senté en una de las banquetas altas que tenía, y sostuve la taza hasta que pudo tomarla. Se fue la señora que estaba comprando y ella también se sentó. Tomamos el café. 
    -¿Le dijiste a Clarisa?  
    -No, todavía está durmiendo.
    En eso llegó otra cliente. Le tuve el pocillo y se levantó para atender.
    -Hola Efi ¿qué tal?  
    -Muy bien Clara. ¿Me das los cigarrillos para papá? Y unos caramelos de miel, por favor.
    -Si, cómo no tesoro. Los papás ¿cómo andan?
    -Muy bien, gracias. ¿Y Aldana?
    -La vaga…, todavía durmiendo…
    -¡Jajaja! ¡Qué aproveche! – “Efi” saludó y se fue.
    -¡Qué linda nena! ¿¡Ya tiene una amiga en el barrio!?
    -¡Pura casualidad! Esta nena es compañera de la escuela, pero no sabía que vivía en el barrio. La conozco desde siempre, pero ella nunca supo que yo era la mamá de Aldana, aunque se conocían de la escuela. En realidad, no son compañeras directas. Porque está en un año antes, es más chica, como ocho meses menor que Aldana. Creo que ni siquiera ha cumplido sus años. 
    -¡Parece mayor!
    -Si, es más desarrollada que Aldana…
    -O se desarrolló antes…
    -Si…, y ahora, cuando se encontraron…, o más bien, cuando Efi la vio en el kiosco, se hicieron muy amigas…
    -¡Qué bárbaro! Tiene una amiga y recién llegó al barrio. Bueno, voy a casa. La construcción trabaja los sábados. Yo trabajo hoy.
    -Esperá, esperá. Quiero algo…
    -Pero… ¿no puede ser luego?
    -No…, luego… tenés a Clarisa…
    -¿Qué querés?
    -Esperá. – Clara cerró ...
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