JUGANDO CON LAS VECINAS - Relatos Eróticos

JUGANDO CON LAS VECINAS

... calienta. Aquí, en mis piernas. Ponete a horcajadas, sobre la falda. Chupá un poquito, así entra bien. 
Se arrodilló entre mis piernas y comenzó una de sus geniales mamadas. 
-Ahora listo. – La ubiqué sobre mis piernas y Aldana guió la pija a su conchita.
-Cabalgá despacito, mi amor. - Así estuvimos unos diez minutos. Una hermosa cogida.
-Saca la fuente del horno. Cuidado no te quemes. Tomá esas manoplas. - Es hermoso verla como se agachó para sacar la comida del horno. La concha y el culo se ven maravillosos.
	Luego que puso la fuente en la mesa, llenamos los platos y las copas. 
-Sentate arriba mío, en la falda. Ahora te la meto en el culito y podemos comer cómodos. 
Aldana llenaba mi plato y me daba en la boca, mientras yo acariciaba los pezones. Bastante buena y entretenida la cena. Ella cada tanto hacia una breve cabalgata. Me exprimía la pija… ¡Estaba a punto!
-¡Papito, me viene!
-Tranqui mi amor. No te pongás nada en la boca que podes ahogarte…
Se estremeció y sacudió al ritmo de su orgasmo. Mis piernas derramaban sus fluidos. Luego terminamos la cena tranquila y cariñosa. 
-Ahora el postre, nena… - Aldana se levantó chorreando y se arrodilló ante mí. 
-¡Si! ¡Este postrecito es divino! ¡Ni que fuera yogurt griego!
No estuvo más de tres minutos mamando. Rápidamente acabé llenándole la boca. Poco a poco tragó todo con deleite, mirándome a los ojos y sonriendo.
-Bueno, nena, nos vestimos y vamos a casita… 
-¿Así, sin bañarnos?
-Claro, Quiero que ...

... perciban el olor a sexo, para que quede claro que cogimos como endemoniados. 
-¡Jajaja!
-Y además…, en una de esas, Mami y tu hermana se calientan con el olor…, y bueno…, a lo mejor la seguimos en tu cama o en la cama de Mami… - Le ayudé con la poca ropa que tenía, más que nada para besarla… - Siempre es bueno tener a mano alguien que quiera coger…
-¡Jajaja! - Aldana estaba inmensamente feliz. Sabía que había sido mía, solo mía, sin compartirla con nadie. En el momento de salir llamé a Mami y le avisé que íbamos para allá. 
	Como te dije en alguna oportunidad, la casa de las chicas era el kiosco que estaba a menos de dos cuadras, girando en la esquina. Como la nena tiene llave no hubo ninguna necesidad de anunciar nuestra llegada. 
Era lo previsto. Sabía que pasaría. Por eso llamé por teléfono…, para que se “prepararan”. En el dormitorio de las nenas, sobre la cama de Clarisa, estaba ésta y Mami haciendo un fabuloso 69, con total alevosía, pues era la nena la que tenía el culo arriba. Nos miramos con Aldana y ambos reímos. Me bajé los pantalones y fui directo al expuesto culo de la nena. Para mejor “prestación”, le señalé la pija a Aldi e, inmediatamente, se agachó a mamar. A Clarisa le lubriqué el culo con sus propios jugos, que desbordaban de la concha que se estaba comiendo Mami, y ésta muy amablemente, me ofreció su boca, que alojaba buena cantidad de fluidos que había reservado justamente para lubricar el culo de su hija. “Mami” seguía lamiendo la concha de Clarisa y me ...