LA PATRONA EXIGENTE 6 - Relatos Eróticos

LA PATRONA EXIGENTE 6

... Vos sos genial. ¡Cómo te voy a extrañar!
-No sonso. Voy a venir a estar con vos todas las veces que pueda. No te voy a dar tiempo a que me extrañes… ¡Ni hablar como Aldana y Clarisa va a evitar que tengas tiempo de extrañar a nadie! ¡Solo espero que te queden fuerzas! 
	Comenzó a empaparme con sus fluidos…, Laurita siempre fue muy húmeda, aunque no tenga la pija adentro. ¡Plaf! ¡Plaf! ¡Plaf! Cada vez que el culo golpeaba contra mi ingle el ¡plaf! se repetía. Cuando se cansaba se apretaba contra mí, y se refregaba circularmente, humedeciendo sus propios glúteos con los jugos que dejaba sobre mí. Le pedí que se diera vuelta. Sin sacarla, con absoluta idoneidad, giró sobre mi pija y se colocó de espaldas. Mi intención era, por supuesto, verle el culo y meterle un par de dedos…
-¡Ah turrito! ¡Querías meterme el dedo en el culo!
-No solo eso. También te lo quiero ver. ¡Es tan lindo! 
-Y sentir tus dedos… ¡es riquísimo!
	Con los dedos hacía el mete y saca al ritmo de la cabalgata.
-¡Papito! ¡Qué ganas que tengo! ¡Es tan lindo hacerlo con vos! Las “chicas” de tus 19 tenían razón. ¡No hay quien coja como vos!
-¡Tampoco como vos! – No quería que fuera solamente yo quien cargara honores… - Tengo que hacer esfuerzos para no acabar… ¡Quiero qué vos lo hagás primero!
-¡Sííí! ¡Me viene! ¡Aaaaahhhh! – Laura se “pegó” a mí, me apretó la pija como morsa…, y me inundó de flujo…
	Luego de algunos minutos regulando la respiración, le pedí que se ponga en cuatro…
-¿Me la das por el ...

... culito?
-¡Si, mi amor! ¡Vértelo me recalienta!
-Me acabás adentro… ¿no?
-¡Claro!
-¡Jajaja! La voy a sentir como Ludmi… ¡jajaja!    
	La metí primero por la concha, y acariciaba el ojete con el glande, reiteradamente, humedeciéndole. Al mismo tiempo le hacía caer saliva y volví a meter los dedos, a fin de dilatar. Como alguna vez lo dijo la propia Laurita, ya tenía el culo como horma de mi pija. ¡Con la medida ideal! Le coloqué el glande, me moví para acomodarla, Laura hizo lo mismo…, y empujé. ¡El recto ya sabía quién entraba y se acomodaba perfectamente! 
-¡Así! ¡Así! ¡Hasta el fondo! – Laurita se masturbaba. Yo colaboré con mis dedos en la concha, mientras la pija entraba.
	Cuando llegué a sus tripas, comencé con el vaivén, llegando a dejar solo la cabeza adentro del culo…, y luego volver a recorrer el recto…
-¡Más, más! ¡Metela hasta el fondo, llename de esperma…! ¡Quiero sentir tu lechita!
	No demoré nada. La sacudida fue impresionante. Chorros y chorros llenaban el culo de Laurita.
-¡Ay papito! ¡Qué lindo! ¡Cómo no le iba a gustar a la nena tenerte dentro! ¡Dios! ¡Es tan lindooooo! - Y acabó ella también.
Nos tiramos juntos en la cama revuelta. Nos abrazamos y besamos, todo, todo, recorriendo nuestros cuerpos con labios y lengua… ¡Todo era la gloria! ¡No sé quién podría reemplazarla! ¡Laurita es un ángel!
-Mañana me mudo, mi amor…
-Pero… ¿vas a venir? 
-Sí, claro…
Nos quedamos dormitando una media hora. Laurita me acariciaba intermitentemente, esperando ...