1. Nunca me lo hubiese imaginado, aunque siempre me lo imaginé (Venezuela)


    Fecha: 12/07/2018, Categorías: Gays Autor: venezolano2322, Fuente: SexoSinTabues

    ... veían bien tonificados. Ahora tengo que esperar que se seque esta vaina porque si no voy a manchar la camisa, me dijo él, subiendo la cabeza para mirarme a la cara. Yo asentí y me fui a acercar a mi silla, y le vi la espalda llena de crema blanca, que no estaba bien esparcida, así que instintivamente al pasar por detrás de él, le pasé el dedo índice al mismo tiempo que le decía que tenía un montón de crema allí, que si no se la esparcía bien, nunca se le iba a secar. El se quedó tranquilo y callado mientras le restregaba la crema, como sin darle importancia. Su piel era suavecita. – ¿Qué perfume es ese, 212 de Carolina Herrera?- Le pregunté. –No, huele bien pa’ que veas- Dijo él. Yo me acerqué un poco más a su nuca y aspiré. –Si mi olfato no me falla, es 212- dije. Él se volteó, se puso de frente hacia mí mientras se olía la muñeca, y me la acercaba a la cara para que yo se lo oliera también, lo cual hice medio temeroso, porque podía ser otra broma de él. -¿Cuál es? Adivina- Coño no sé, ni idea- Es 212 VIP, dijo riéndose, mientras me llevo los dedos a la nariz, tocando también mis labios con sus manos. Yo le quité la mano de mi cara, y con la otra mano me la pasó por la cara de nuevo, y cuando intenté quitarle la mano, me agarró las dos manos y las presiono hacia abajo, inclinando su cuerpo que aún estaba sentado, hacia adelante. Su cara quedó muy cerca de la mía y sentí su olor más de cerca. Traté de forcejear con él pero no tenía ganas de eso, tenía ganas de saltarle ...
    ... encima y comenzar a besarlo, sentir su lengua en mi boca, empujando la mía hacia adentro y ver que tan bien besaba. Entre esos jugueteos dejó de llover, el se puso su camisa y yo veía mientras se metía la mano por dentro del pantalón para arreglársela por dentro. –Dame la cola pues- me dijo. (Dar la cola es cuando llevas a alguien en tu carro hacia alguna parte cerca de donde vas) Pero en esta ocasión lo percibí como un juego de palabras. El vive cerca de mi casa, estudiamos en el mismo liceo porque era cercano a nuestra casa pero yo nunca le había dado la cola antes, aunque quería dársela jajaja. En el camino, estuvimos enfocados en temas normales, lo dejé en su casa y me fui. Esta vez sí llegué a mi casa pajeandome. Estaba full de leche y sentía las bolas pesadas por lo que había pasado en la oficina. Me imagine besando a Francisco, acariciándole la piel del pecho, lamiendo la hilera de pelos de su abdomen, mordiéndole el pecho, desabrochándole la correa descubriendo lo que había abajo. Me veía en el espejo desnudo, flexionando los brazos y las piernas para que se marcaran mis propios músculos, haciendo fuerza en el abdomen para que se marcaran mis abdominales, con la mano derecha en el guebo dándome duro y con la otra apretándome la tetilla derecha y moviéndola de adelante pa’ atrás. Los ojos cerrados y la cabeza hacia arriba. Puse dos almohadas una encima de la otra y comencé moverme cogiendo las almohadas, imaginando que restregaba mi verga en el culo de Francisco mientras ...
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