1. Buena Vecina para los Okupas Part 2


    Fecha: 06/07/2018, Categorías: Sexo con Maduras Hardcore, Anal Autor: AkuSokuZan, Fuente: xHamster

    ... sonrisita burlona. Llevaba la misma ropa con la que se había cruzado.— Para nada, los vecinos están para ayudarse –gruñó entre dientes, evitando mirarle a los ojos.— Muchas gracias, guapísima. Te queda muy bien ese delantal –dijo agarrando el tazón con ambas manos, al cual la dueña de la casa le había regalado una generosa porción.— No hay de qué, aunque si es posible no piques a estas horas porque a veces estamos durmiendo.— Entendido, perdona. ¡Que paséis una buena noche! Tú también, preciosa…Andrea intentó sonreir amablemente antes de cerrar la puerta, el corazón le latía a mil. Al sentarse en la mesa, su marido le explicó lo que había pasado un rato atrás cuando se cruzó con él en la calle.— ¿No te ha dicho nada más? Quiero decir. ¿Por qué pensaba que te pasaba algo con ellos?— Ese viejo verde les habrá dicho algo…Aquella situación no quitó que Sergio hubiese demostrado que podía llamarla guapa frente a su marido y que este no moviese siquiera un dedo. El vastago de ambos siquiera abrió la boca, aunque se percató de aquel detalle. Todo transcurrió con normalidad hasta que marido y mujer se estiraron en la cama para prepararse para dormir.— Cariño… -susurró Pablo, estirado de lado hacia el borde de la cama con su luz apagada. Andrea leía tranquilamente a su lado.— ¿Umm?— Habías hablado con alguno de los vecinos antes… -Andrea no contestó inmediatamente.— ¿Por qué lo preguntas?— Respóndeme, por favor.— Pablo…— Respóndeme.Si bien titubeó a la hora de decirle la verdad, ...
    ... decidió que lo mejor era contar una parte parcial de esta e ignorar el resto.— Sí.— ¿Desde hace cuanto?— Desde que escuchaban música… -la respuesta hizo a Pablo revolverse violentamente en la cama para encarar a su esposa, sentándose a su altura con la espalda en la pared. La mujer de cabello dorado dejó caer el motivo de su lectura sobre sus piernas.— ¿Y no pensabas contármelo? –rugió en voz baja.— ¿Cómo? ¿Con la tirria que les tenías? –esta vez fue el quien no contestó-. Prácticamente me lo prohibiste.— ¡El cerdo del vecino te dijo guarradas cuando ibas conmigo! ¿¡Cómo has podido!?La fémina se ruborizó al pensar que había hecho mucho más que decirle cosas sucias.— No grites –le recordó-. No me parece para tanto… Solo hablé con el hijo mayor para que no m*****asen por la noche.— ¿Solo eso? ¿Tú has visto como te miran?— ¿Eso es lo que te m*****a? ¿No confias en mí? –preguntó herida, intentando no sentirse culpable por saber la razón que tenía su marido.— ¡Son como hienas esperando a la menor oportunidad para comerte viva!— Pablo…— ¿Has oido lo que te ha dicho después de pedirte sal?Eso indignó a la aludida debido al tinte hipócrita que desprendía en su acusación.— ¿Has dicho algo tú cuando él me dijo eso? –le recriminaba cruzándose de brazos.— Yo… No lo he hecho para evitar problemas.— Yo también –se limitó a contestar.— Si tú le hubieses dicho que no te llame guapa seguramente habría dejado de hacerlo.— O lo haría más y peor. Solo me ha llamado guapa, Pablo. No dije nada por lo ...