1. Mi primera vez con un alumno


    Fecha: 29/11/2021, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Ashley, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... palabras.
    Este niño quería probarme toda.
    Me agarró y me giró, me puso en cuatro. Me dio una almohada para que me la
    pusiera y levantara mi culo. La imagen que le tenía que estar dando.
    Él se masturbaba para parar su verga de nuevo, imagino que se masturbaba con
    esa imagen de mi culo en cuatro. Cuando estuvo listo, se ensalivó la verga y
    comenzó a abrirse paso poco a poco en mi culo. Pensé que me metería primero
    dedos para ir dilatando, pero no fue así, menos mal que ya tenía bastante
    
    experiencia en el anal como para tener mi ano suficientemente dilatado y que pese
    a eso no me doliera tanto.
    Yo me agarraba de sus sábanas, gemía como una loca, que seguro de vivir en una
    casa más pequeña, nos habrían escuchado los vecinos. Por suerte no fue así.
    Podía gritar tanto como fuera, como mis carnes lo necesitaran, que su casa era lo
    bastante grande como para que el ruido se quedará en ella.
    —Ay, maestra, qué rica cola tiene. Es la primera vez que hago anal y ya me encanta
    su cola. Aprieta muy ...
    ... rico.
    Que fuera el mío su primer ano, me excito. Comencé a acariciar mi clítoris a la vez
    que él me seguía penetrando. Aún seguía escurriendo de su semen entre mis
    piernas y ahora lo tenía en mis deditos. Los cuales de vez en cuando chupaba. El
    sabor de su semen con mis jugos vaginales era delicioso. Nunca había probado que
    mis jugos vaginales supieran tan bien combinados con cualquier otro semen.
    Alrededor de los quince minutos de estar cogiendo de perrito, se vino. Llenó mi
    colita. Tenía mis dos hoyitos llenos de su leche. Me había hecho disfrutar
    muchísimo.
    Salió de dentro de mí. Me dejé caer. Él se fue acostar ahí, encima de mi culo. Era
    hermoso tenerlo ahí, acariciando cada centímetro de mi culo. Ya no eran toques
    lascivos, eran toques tiernos, sensuales.
    Él quería conocer cada centímetro de mi cuerpo realmente. Y yo se lo permití.
    Seguimos con las clases particulares lo que restó del ciclo escolar, solo que ya
    sabíamos en qué acabarían. Con cogidas que ninguno de los dos olvidaremos. 
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