1. En la preparatoria


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... poco más y ahí estaba su vagina. Uhmm. Le bajé su calzoncito y lambí su vagina vehementemente; era deliciosa, suavecita, riquisima, nunca me lo creerían. Hundí mi boca hasta el cansancio en su vagina y terminado de recorrer cada rincón de su sexo, la voltee y su gigantezco culo hacía presencia en escena en esa tirada que hasta el día de hoy recuerdo como real. Sin perder el tiempo metí mi rostro entero en su laberinto sexual y pasé mi lengua varias veces en el centro de su trasero, hasta darle beso negro. Ella feliz. Si se enteraran de lo rico que es chupar hasta el último resquicio de sus nalgas y si supieran que mucho más rico aún se hacía cuando ella misma se deleitaba en ese acto. Después de este hecho saqué mi animal de la jaula y con rapidez se lo enseñé. Ella encendió sus ojos y disgustó con su lengua pasandolo por sus labios. - ¿quiéres comerlo? - le pregunté excitado. - Sí, unas cuantas chupaditas por favor - respondió con un gesto de fiereza. - Esta bien, juega con él, dale las chupadas que quieras. Y ella chupó, y chupó, y chupó, mordiéndolo por ratos y acañirandolos en otros. Yo tuve que resistir lo más que pude la eyaculación para, después de un rato, tener que penetrarla. Pasados cinco minutos le dije que había llegado la hora de cacharla bien duro y ella feliz. Dejó de chupar mi pene con sensación de aflicción y se volteo, poniéndose en cuatro patas como pose de perrito, y la penetré, por fin, por primera vez. - Uhmm. Ah, ah, ah despacito oye, ah, ah, por favor ...
    ... corazón - me dijo pidiendo misericordia. - Esta bien, te lo tendré dentro para que te acostumbres. - Sí, Ah. gracias, Uhmm. se siente rico que me lo tengas dentro Uhmm. Cógeme las tetas mi amor. Cogí con muchas fuerza sus tetas desde atrás, las estrujé y paralelo a esto decidí comenzar a penetrarla. La di bien duro, en ese culazo deseado por todos y cogido por nadie, claro cogido solo por mi jejeje, y le metí mi pene ansioso sin compasión. Ella gritaba y gritaba misericordia como si fuera su primera vez pero hice oido sordos a sus lamentos y le seguí dando cerca de diez minutos con furia de toro enardecido. - Cállate mi perrita, estoy solamente calentando. Así que acostumbrate ya. - Sí, sigueme dando papi Uhmm. Uhmm. , rompeme el culo. No me tengas compasión. Ah, ah, ah. - Sí que te lo voy a romper mi perrita. Le seguí cogiendo bien duro como una locomotora en su rico poto y como para inventar algo novedoso le cambie de posición: me eché boca arriba sobre la cama y le dije que se siente en mi pene. Así lo hizo, se sentó cogiendo mi pene y ubicandolo en su orto y comenzó a mover su culo como meneandolo y después como dando saltitos. Le agarré sus dos nalgas y así le seguí dando hasta el cansancio, momento en que estuve a punto de eyacularla. Rapidamente - cuando estaba al limite de la eyaculación - me levanté agarré sus pelos y la dirigí hacia mi dichoso pene, hice que la metiera en su boca sin preguntas y por fin morí en paz. La eyaculé. Ella como si fuera leche lo pasó todo ...