1. En la preparatoria


    Fecha: 02/07/2018, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Si supieran lo culona que era la chica que estudiaba conmigo en la preparatoria, no me creerían. Ustedes mismos se hubieran sorprendido si hubieran tenido la oportunidad de verla. Era alta, con un cuerpo de princesa, una carita ángel, unas caderas bien colindeantes, un trasero enorme, donde dichoso era el hombre que se perdía; en síntesis una modelo de las mejores que jamás se haya visto. Y no exagero. Todos en la preparatoria, cuando llegaba al aula la miraban con unos ojos al borde de la desesperación, unas expresiones pervertidas que solo esperaban a que la chica pasara por su lado para mirarle el trasero y emocionarse con el excitante pantalón jeans que siempre llevaba ajustadito. Todos la deseaban. Pero había un problema extraordinario: parecía que ella no se interesaba por nada ni nadie en el aula. Muchos la tomaban como indiferente cuando ya se hizo muy notable, porque pasado un mes y medio de ingresar al aula se sentaba en la misma carpeta durante cinco largas horas, no se levantaba para nada, y no hacía ningún ademán de reconciliación con alguien del aula. ¿Existía milagros? Sí. De las pocas veces que levantaba los ojos para mirarnos nos visualizaba como gusanos esóticos y repugnantes. Esta claro que el milagro no venía completo. Todos lo tomaron así, como si fueran inferiores a la chica y, por ende, nunca les haría caso porque no estaban a su altura, sin embargo, yo lo interpreté en otro sentido: la chica quería amigos pero como su forma de ser, intimidaba a ...
    ... cualquiera por más macho que sea, nadie se le acercaba. Me di cuenta que ahí estaba el meollo de la situación. Fue así como empecé a planear una solución practica: hablarla. Llevarla a la cama no estaba en mis planes, era un hecho casi imposible para mi, con semejante bom bom era fantasiosa esa idea. Esperé a que acabaran las clases, aun recuerdo que era viernes de luna y redondeaban las 8 de la noche. Al salir ella del aula, indiferente y distraída como siempre se fue al baño. La seguí. Ella no se dio cuenta puesto que el alumnado era demasiado y me perdía como grano de arena entre ellos. Cuando salio del baño, mi corazón estaba temblando y latiendo a mil, me había fijado que el alumnado había disminuido y que, entonces, era el momento preciso para hablarle. Si no lo hacía ahí, no lo iba a hacer nunca, pensaba. Nunca en mi vida me había encontrado en circunstancias tales, la miré de espaldas y me turbó semejante culo que se manejaba. Decidí por un momento dejar de impacientarme y fue en esos instantes en que la cogí por encima de los hombros. Y me presenté. - Hola, soy Silvio, estudió en tu aula. Estaba saliendo del lavabo y te vi ¿Qué haces a estas horas por aquí, sola? - Hola Silvio salía del baño - me respondió sensualmente, luego con una mirada confundida añadió - primera vez que alguién me habla así directamente. Creo que ahuyento a los hombres ¿tú crees eso? - Todo lo contrario, a mi me haz atraído desde el primer día que te vi. La chica no se sonrojó, ni mucho menos. Solo ...
«1234»