La esposa de mi tío, primo de mamá - Relatos Eróticos

La esposa de mi tío, primo de mamá

... metros.  Lo hicimos y aunque ella ganó por un segundo, yo le dije que había ganado y amenamente discutimos y ella me echó agua diciendo -tramposo-, yo le seguí la corriente y la tome de las manos y le metí la cabeza en el agua y empezamos una especie de lucha en la piscina. pude notar que ella lo aceptaba bien y que se dejaba "tocar", la abracé varias veces y pude sentir su cuerpo y su piel pegada a mi, en una ocasión quedé atras de ella y mi paquete se pegó a su bello trasero y asi quedé unos segundos maravillosos, restregando mi bulto en su carne, ella no dijo nada.  Luego seguimos en lucha y me salí de la piscina y ella me siguió seguimos la lucha afuera y los dos caímos en la hierba verde y fresca, en un momento nuestra bocas se juntaron y comenzamos a comernos a besos y lengua, yo le pasaba mi saliva y ella a mi la suya, metí una mano en el panty de su bañador y toqué toda su vulva, ella estaba depilaba totalmente, mis dedos jugaron con sus labios vaginales y sentí que mis dedos se empezaron a mojar con sus jugos íntimos.  En tanto ella me apretaba la erección sobre el traje de baño.  Los besos continuaron y yo le besaba las mejillas, su cuello y sus hombros.  Uno de mis dedos entró en su vagina, la cual estaba hirviendo de caliente.   Lorena estaba hasta gimiendo, pero, en eso ella tuvo un momento de sobriedad y me dijo  -detente Alex!!, detente! no podemos hacer esto!-, y me hizo a un lado, se compuso su traje de baño y me repitió -no puede ser! no podemos!-, y se ...

... marchó de allí.  Yo me quedé sobre la hierba con una tremenda erección.  Uno de mis dedos tenía impregnado los jugos vaginales de Lorena, lo olí, tenía su olor, luego lo chupé hasta dejar limpio mi dedo.

La volví a ver en la noche, bajé a la cocina, ella estaba allí, vestía un falda cortita y una blusa escotada, era tiempo de calor, además era su costumbre vestir así, yo la ví ahora más deseable por lo sucedido horas antes.  Me fui por atras y la abracé por la cintura, como recuerdan yo estaba decidido a arriesgarlo todo, podía conseguir algo con ella o un simple bofetón.  Le dije -Lorena eres muy bella, me atraes mucho- se lo dije al oído, lejos de retirarme, ella me oyó y luego me dijo -eres el sobrino de mi esposo!-,  o sea que solo era eso, lo demás estaba bien.  Entonces, estando siempre atras de ella, levanté su falda y le acaricie sus buenas nalgas con ambas manos, con mucho deseo, tenía puesto un bikini diminuto, ella intentó darse la vuelta, pero se lo impedí, ahora dejé sus nalgas y mis manos se fueron al frente, las metí dentro de su braguita, toqué su rajita, sus labios vaginales, ella me decía -no cariño, no podemos!!. pero no hacía nada por impedirlo, luego saqué mis manos y de nuevo le apreté las nalgas y apreté sus carnes, le bajé su braga y me agaché a la altura de sus nalgas, las besé y chupé con fuerza, ella me decía que no, pero significaban que si, pues comenzó a gemir cuando seguí la rayita que separaba sus dos carnes y metí el rostro entre ellas, lamí su ...