Viaje a Aguascalientes. - Relatos Eróticos

Viaje a Aguascalientes.

Después de muchas llamadas entre mi comadre y mi esposa, las muchas invitaciones para que fuéramos a conocer su casa, al fin se dieron las cosas las cosas y quedamos de ir un sábado muy temprano para regresar el domingo, para aprovechar el tiempo nos fuimos en avión, cuando llegamos al aeropuerto nos estaban esperando, después de un abrazo la clásica barrida de vista de mi compadre a las nalgas de mi esposa. Nos llevaron a almorzar a un restaurante mexicano con platillos exquisitos y las clásicas cervezas, nos sentamos en una mesa pequeña redonda con mi compadre frente a mí y las señoras a nuestros lados, de inmediato mi compadre pidió tequilas dobles para todos, le pregunté; ¿no es muy temprano para empezar a las diez cuarenta y cinco con los tequilas?... No compadrito en alguna parte del mundo ya son las dos de la tarde, hoy nos adelantamos para todo, ¿verdad comadre?... Alcanzé a ver cómo le acariciaba un muslo a mi esposa.

Me vas a dar chance con tu esposa ¿verdad?... Si compadre, como quedamos. Gracias compadre, ya oíste a tu esposo lo debes de obedecer. Le di un beso en la mejilla Laura se puso roja ante la mirada de su marido. Empecé a meter mano entre sus piernas hasta casi llegar a su panocha, los tequilas y las cervezas se nos fueron como agua, pues hacía un calor delicioso.

Mi compadre volvió a pedir otra ronda de cervezas y tequilas, mi esposa Gaby ya tenía sus mejillas rojas y sus ojos rasgados síntoma que está bastante caliente, hasta se le salió un ...

... respingo con un gemido, mi compadre le había metido un dedo en su vagina y se estaba dando una agasajada con mi esposa, entonces bajé mi mano izquierda y sentí la mano de mi compadre en la panocha de mi esposa solo se la empuje más adentro y se la sobé en señal de aprobación, mi comadre también se dio cuenta de lo que hacía a su esposo con mi mujer, Laura de plano me dio todo el acceso para que le metiera un dedo en su coño.

Como ya no podíamos más pedimos la cuenta y salimos del restaurant saboreando el aroma de nuestros dedos, pues se lo di a oler a mi compadre que casi rompe su pantalón con la erección que tenía cuando olió los perfumes de su esposa en mi dedo. (Él no sabe que cuando estaba su relación muy mal nos habíamos cogido a su esposa) Una vez Rogelio tuvo que ir a la cd. De México por asuntos de su oficina, Laura le pidió a mi esposa que se lo cogiera para que no fuera a andar de cabrón con su exsecretaria, mi esposa como es muy comprensiva pues se lo cogió. Jejeje.

Subimos a su auto en la parte de atrás Gaby y yo adelante ellos, pues en las ciudades pequeñas todos se conocen los vecinos son muy suspicaces. En el camino le venía metiendo el mismo dedo a mi esposa para hacer una combinación de aromas. Llegamos a su casa nueva está muy amplia y bonita, de dos niveles de tres recámaras tres baños y medio, una sala comedor muy amplios con cocina abierta. Bajamos el equipaje del auto y nos asignan una recámara para mi comadre y para mí, la principal para mi compadre y ...