1. Ya soy el puto del equipo (XIII): Descubriendo El Refugio


    Fecha: 18/06/2017, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... conectarme con la naturaleza. La verdad es que me gusta el nudismo, el naturismo, pero me faltaba filosofía al respecto. Fue Mauricio el que me pasó sus ideas que son muy simples: lo importante —opina Mauricio— es que te aísles del mundo de la materia, no te puedes aislar de tu cuerpo, porque forma parte de ti, pero si de envoltorios, ropa, deseos, pensamientos, gustos, caprichos, imposiciones, por eso es importante aislarse. Si estás con los demás, es decir, con gente que no cuenta con la naturaleza sino que se aprovecha de ella, no podrás conectar con la naturaleza, sentirte parte de ella y gozarla en cada poro de tu cuerpo, tanto en invierno como en verano. El contacto con la naturaleza es físico y mental, puede ser incluso espiritual.
    
    Así que tomé la decisión de tener una experiencia voluntaria. Yo siempre supuse que tenía tal comunicación y contacto con la naturaleza porque ir desnudo me hacía feliz. Pero no había puesto una reflexión al respecto en mi vida. Caminé hacia el cerro por debajo de los árboles con la idea de llegar al despoblado de sombra y comunicarme con el aire, el sol y la vegetación y tumbarme pensando en la vida de los pájaros, de todos los animales los grandes y pequeños, los visibles y los invisibles, como los microscópicos.
    
    Intentaba no echar la mirada atrás para mantener mi decisión, pero escuchaba voces que me perturbaban y sobre todo de vez en cuando escuchaba pisadas y ruidos como de palos o bastones moviéndose. Así que caí en la tentación ...
    ... cuando ya iba a dejar la zona de árboles y volví la mirada. Me seguían juntos Marcos, Jaime y Luis Calvero. Los esperé para preguntarles donde iban:
    
    — Donde quiera que vayas tú, —dijo Marcos.
    
    — ¿Los tres?, —respondí.
    
    — Creo que entre tú yo yo tenemos algo pendiente para darnos las paces del todo, —me dijo Jaime.
    
    Reconocí que era cierto y además, ¿cómo iba yo a conectar con la naturaleza teniendo a alguien considerado como mi enemigo?, así que me acerqué a él, le besé, me besó y le dije:
    
    — ¿Amigos ya?
    
    — Sí, pero ya que somos amigos, tengo que resarcirte, me alegraría que me follaras, pienso que no tienes inconveniente…
    
    — Y vosotros… ¿qué deseáis?
    
    — ¡A ti! —dijo escuetamente Luis y miré a Marcos como preguntando.
    
    — Me has dicho «después», por eso te sigo.
    
    — No voy a daros ninguna explicación, vuestros deseos son órdenes agradables para mí —se sonrieron—, así vamos allá —señalé con el brazo— veo un claro con hierba, porque hacia arriba todo ha de estar más seco.
    
    Y allí nos encaminamos. Mientras nos acercábamos ya estábamos tocándonos. De hecho, Jaime se puso a mi lado y me tomó la mano, se le metió en la boca untando con saliva mis dedos y me la puso en su culo. Luego me pasó el brazo por mi cuello y con su mano me iba tocando, friccionando, masajeando el pezón de mi tetilla, como él estaba en mi derecha yo tenía esa mano en su culo y el me friccionaba con la izquierda. Le metí un dedo y me gané una frenada y un beso en mis labios. Y ya dilataba ...
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