1. Ya soy el puto del equipo (XIII): Descubriendo El Refugio


    Fecha: 18/06/2017, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... padres eran arquitectos los dos y, además, constructores. Dijo don Fermín:
    
    — Aquí tienes el más vivo y último recuerdo de tus padres. Cuando tu padre subía a descansar, no iba a El Romeral, sino aquí, por eso lo llamó El Refugio. Cuando venían con amigos, vivian allá, pero venían a trabajar aquí.
    
    — Don Fermín, voy a ser sincero, como nadie me dice nada, pensé que esto era para escapar mi padre y que no se llevaba bien con mi madre…
    
    — De ninguna manera, justo todo lo contrario, tu padre estaba tan enamorado de tu madre que ambos hacían todas las cosas juntos y juntos les pilló el accidente y murieron. Nunca pienses de tus padres nada distinto, hoy serían felices de saber cómo te comportas. Cuando te sugerí la ayuda al equipo de fútbol no era idea mía, sino de tus padres.
    
    — Gracias, don Fermín, y perdone si le he molestado…
    
    — Hijo mío, si nunca los has podido conocer… Yo quisiera trasladar este estudio, tal como está a la otra casa, así yo vendría este verano a esta casa que es más modesta.
    
    — ¿Esto tiene piscina?
    
    — No, no hizo nunca falta.
    
    — ¿Por qué no hacemos una?, así sus hijos y nietos tendrán una sin necesidad de trasladarse.
    
    — Este verano probaré con una prefabricada y si quieren más piscina está aquella… Los que van a la playa también han de caminar hasta el mar…
    
    Mauricio y Abelardo se rieron por la franqueza y soltura de don Fermín.
    
    — Don Fermín, gracias por mostrarme esto. Preferiría que este estudio lo trasladáramos a la ciudad, a mi ...
    ... casa, allí hay espacio.
    
    — Como gustes, Dorito, me voy a encargar.
    
    — Cortinas y muebles, todo, por favor, y haga unas fotos para que en casa me lo pongan en la medida de lo posible que quede allí igual que está aquí.
    
    — Así se hará, descuida.
    
    — Si le va bien esta casa, don Fermín al acabar el verano puede ser suya.
    
    — Doroteo —dijo con mucha seriedad— yo soy tu administrador, lo he sido de tus padres, lo he sido durante tu infancia y adolescencia, soy ahora en tu juventud, no quiero que nadie diga que me he aprovechado de un muchacho huérfano…
    
    — Gracias, don Fermín, entonces la usa mientras la necesite y luego la venderemos, sé que hacer con el dinero y seguro que sus nietos lo agradecerán.
    
    — Tus padres me decían, hemos de procurar que nuestro hijo no se haga orgulloso por poseer bienes, siempre te indiqué de pequeño y lo mismo Rosita; recuerdo que cuando venías conmigo y descubrías un pobre me cogías de la chaqueta arrastrándome hasta que le diera una limosna. ¡Cuántas veces he recordado en esos momentos a tus padres y me decía, allí donde estén, estarán orgullosos de su hijo…
    
    Se le escaparon unas lágrimas y, tras cerrar todo, nos regresamos a casa. Don Fermín comió en el comedor pequeño junto a la cocina con las mujeres y el vigilante. Nosotros nos fuimos a la piscina. Me quité el slip de baño para entrar en la piscina, pero no sé cómo me senté a tomar una cerveza, pensando lo que había visto y lo que me había contado don Fermín, me puse a llorar y me ...
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