1. La felicidad de un cuckold (2)


    Fecha: 10/05/2023, Categorías: Intercambios Autor: Lobo-y-Luna, Fuente: CuentoRelatos

    ... besaba y la recorría con la lengua, incluso le comió los huevos, lo único que sabía decir es:
    
    -Si, me encanta, me encanta, que pollón.
    
    Él le hizo de todo, le lamia le mordía, le escupía, a veces se pegaba un rato con su boca pegada a su clítoris, jugando con la lengua, otras le follaba con la lengua, y ella se derretía. De vez en cuando le daba un hostión con la mano en el coño, y ella lo gozaba.
    
    No sé cuántas veces se corrió.
    
    En una de éstas él se tumbó y ella sin pensárselo se sentó en su cara y siguió con su faena.
    
    Yo miré por detrás de la sombrilla a ver si alguien miraba, pero había muy poca gente y estaban alejados, así que no se percataban.
    
    El espectáculo era digno de la mejor película porno. Y la protagonista, era mi mujer.
    
    Kiyo empezó a respirar rápido:
    
    -Me voy a correr!
    
    -Pues hazlo!
    
    Se metió el capullo en la boca y empezó a pajear su pedazo de tronco con las dos manos muy fuerte, dejando caer babas para facilitar la maniobra.
    
    De repente empezó a crujir y a temblar, ella empezó a rozarse muy fuerte contra su boca.
    
    Se iban a correr los dos a la vez.
    
    De repente ella abrió los ojos, sorprendida y sin sacarse la polla de la boca ni dejar de mover las manos, empezó a salírsele la lefa por las comisuras.
    
    Él le garro la cabeza fuerte y ella se atraganto. Pero se recuperó rápido y tragó. Tragó y lamió y limpio.
    
    Yo no aguanté más y me corrí sin rechistar.
    
    -Os lo habéis pasado bien?
    
    -Que sorpresa cariño!
    
    -Yo cojonudo, ...
    ... jejeje – dijo Kiyo.
    
    -Quiero más – dijo Luna con una cara de picarona y de viciosa que no podía creer y miro a Kiyo a los ojos agarrándole su polla morcillona - ¿Nos vamos para el piso como el otro día y nos tomamos allí los mojitos? – dijo mirándome a mí.
    
    -Por mi perfecto, amor!
    
    Recogimos todo y nos fuimos.
    
    Ella me abrazaba por el camino.
    
    Kiyo iba a nuestro lado.
    
    -Os importa que vaya primero a por algo para tomarnos unos chupitos?
    
    -Vale guapo, te espero impaciente – le dijo, como si yo no estuviera.
    
    De camino me preguntó que si estaba bien por haberlos encontrado así. Me dijo que fue una sorpresa verlo y que le tenía ganas desde el otro día, que esa polla la llenaba como nunca la habían llenado y que al verlo, se derritió, pero que quería esperar hasta que yo llegara y que se lo dijo a él, no tuvo problema. Pero no pudo contener el tocarse al ver esa polla, que además solo con mirarle se le había puesto a tope y que el coño le palpitaba, pero al sentir que llegaba, los miraba y no decía nada, se corrió y que no pudo evitar llevársela a la boca en cuanto saludé. Que ya había visto lo mojada que le ponía.
    
    -Me encanta verte así cariño. Cuando llegue Kiyo, quiero que te sacies de él. Quiero que te lo folles hasta que no puedas más, quiero que lo flipe.
    
    -Eso pienso hacer. Se va a acordar de mi toda su vida, dijo riéndose.
    
    No podía esperar.
    
    Mientras él llegaba nos duchamos, ella se repasó con la cuchilla, se puso las medias con liguero, se alisó el ...
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