1. La letrada


    Fecha: 22/04/2023, Categorías: Hetero Autor: Hansberville, Fuente: CuentoRelatos

    ... la invitó a tomar una cerveza.
    
    Eran las 5,30 de la tarde. Habían pasado tres horas desde el juicio y la pareja seguía tomando copas para celebrar el resultado. En la letrada, la ingesta de alcohol era más acusada que en el cliente. Lo que hizo que Jhony comenzara a entrarle abiertamente al tiempo que ella se dejaba hacer:
    
    -Voy al baño –susurró Marta al oído de Jhony antes de guiñarle un ojo.
    
    El chico esperó un minuto antes de apurar su gin tonic y abonar la cuenta. Dejó un billete de 50 € y se dirigió a los baños. Con disimulo entró en el de señoras. Una vez dentro comprobó que no había nadie a la vista.
    
    Carraspeó e inmediatamente oyó una cisterna vaciarse. Abrió la puerta del váter de donde provenía el sonido y allí estaba Marta. Le esperaba desnuda de cintura para abajo, sentada en la taza con las piernas abiertas. Ante Jhony, la visión del sexo rasurado de su abogada. Sin pensarlo, el hombre se arrodilló y comenzó a lamer cada pliegue de aquel manantial de flujos ardientes. La letrada, con los tacones apoyados en el marco de la puerta suspiraba y agarraba la cabeza de su defendido ...
    ... cada vez que la lengua de éste se entretenía con su excitado clítoris. Entregada al placer, Marta alcanzó un maravilloso orgasmo cuando Jhony acompañó el moviendo de su lengua con su dedo anular profanando su esfínter.
    
    Sin tiempo para recomponerse, el hombre la cogió en vilo. Ella se agarró a su cuello y mordió su labio inferior cuando sintió como la polla se le incrustaba en su coño sin compasión. Jhony no descansó de penetrarla contra la puerta del baño hasta que se corrió. La mujer hacía fuerza con sus piernas alrededor de su cintura, intentando clavar sus tacones en las nalgas del hombre obligándole a que no saliera de su interior.
    
    El ruido había alertado a los encargados de la cafetería. Incluso llegaron a asustarse con los gritos de la mujer. El hombre fue el primero en salir con media sonrisa ante la expectante mirada de una camarera. La puerta quedó entreabierta mientras que Marta terminaba de subirse el tanga delante del encargado y la camarera. Sin mediar palabra, la letrada abandonó el baño y posteriormente la cafetería en dirección a su coche. Jhony lo había hecho sin esperarla. 
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