1. Escaneo Adicional Peculiar


    Fecha: 06/04/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: liver96, Fuente: RelatosEróticos

    ... tratando de recuperar la sensibilidad en su entrepierna y sin dejar de agarrarse la zona afectada.
    
    “Ya me harté de ti, cabronazo,” Cristina dijo con odio y haciendo señas a Rebeca, está le entrego un slip de Pablo, el cual Cristina introdujo en su boca.
    
    El chico intento resistir pero en vano, ahora no podía articular ningún quejido.
    
    “Ayúdenme con esta escoria, vamos a darle con todo,” indico la desalmada mujer.
    
    Sujetando sus brazos, Rebeca y María, la mujer de cabello negro, lo hicieron ponerse en pie. Mercedes solo miraba mientras Cristina se quitaba el chaleco.
    
    “Quítale los pantalones, veamos cómo están esos cojones,” Cristina ordenó a Mercedes.
    
    La chica, disculpándose mentalmente con Pablo, le bajó la cremallera y desabotonó el pantalón. Luego se deshizo de sus zapatos y logro sacarle la prenda con cierta dificultad, ya que Pablo no fue de mucha ayuda. Finalmente le bajó su slip y pudo ver qué los testículos de Pablo estaban ligeramente hinchados. Tragó saliva nerviosa pero no dijo nada.
    
    “Veamos… pero que tenemos aquí, ni siquiera son mayores que los de un perro,” dijo Cristina en tono burlón y Rebeca y María rieron a carcajadas.
    
    A Pablo le temblaban las rodillas y agradecía que lo ayudasen a mantenerse en pie, pero estaba al borde del llanto pero su orgullo de hombre le impedía hacerlo.
    
    “Ahora ya no eres tan cabron, eh. Te vamos a destrozar los huevos, vas a ser nuestra perra,” susurró Cristina a si misma mientras apretó con fuerza el saco de ...
    ... pelotas por su base y tiro hacia abajo.
    
    Pablo soltó un grito ahogado que apenas se pudo oír mientras tres de las agentes reían regodeándose en su debilidad. Mercedes parecía algo incómoda pero mantuvo la boca cerrada. El tirón le provocó una nueva oleada de mareos y sus ojos se nublaron del dolor, luego tuvo arcadas pero al no tener fuerzas para escupir su propia ropa íntima, trago y trato de respirar con calma pero el dolor en su entrepierna era atroz.
    
    “Vamos, eres una nena, si dices algo te dejare ir y abordarás tu vuelo,” le reto Cristina.
    
    Pero obviamente Pablo no tenía la fuerza para ello, mucho menos para hacer oír sus lastimeros gemidos que eran perfectamente ahogados por su prenda íntima. Esperando por más de un minuto, era evidente que no diría nada.
    
    “Bien, creo que tú silencio dice mucho,” dijo Cristina riendo por lo bajo, “Separadle las piernas, empezaré y luego nos turnaremos,” añadió. Rebeca y María expresaron su apoyo en tanto Mercedes, algo dubitativa, termino aceptando por compromiso.
    
    Aquello asustó aún más al pobre Pablo, que apenas se empezaba a recuperar del rodillazo. Tomando cierta distancia, Cristina preparó el pie lista para patearle los huevos, el joven miro la bota amenazante y sintió que las lágrimas corrían por sus mejillas, esa demente le iba a romper los testículos en serio.
    
    Con un rápido y fluido movimiento, la patada de Cristina acertó el objetivo y Pablo puso los ojos en blanco. La punta de su bota golpeó de lleno sus pelotas, ...
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