1. ¡Lléname el coño de leche, papá, llénamelo!


    Fecha: 24/03/2023, Categorías: Incesto Autor: Kiko, Fuente: CuentoRelatos

    ... hijo?
    
    -Paso palabra.
    
    -¿Cuándo?
    
    -¿Cuándo qué?
    
    -¿Cuándo hiciste tú la última paja?
    
    -No te lo voy a decir.
    
    Agustina cambió al niño de pecho y dejó las dos tetas al descubierto. Le estaba dando más motivos para masturbarse. La polla de Pedro veía cómo la teta que acababa de ser mamada echaba leche por el pezón y su polla soltaba aguadilla sin parar.
    
    -Yo la hice ayer pensando en ti. Te hice todo lo que le hacía a la puta de mi mujer, te comí la boca, las tetas, el coño, el culo...
    
    -A lo mejor te dejó por cerdo.
    
    -Era ella la que me pedía que le comiera el culo y el coño. No había día en que folláramos y no se corriera en mi boca. ¿Ya te corriste en la boca de mi hijo.
    
    -No soy de esas.
    
    -¿Cuánto tiempo hace que no te corres con un hombre?
    
    Agustina acomodó la boca del niño en la teta.
    
    -No son cosas tuyas.
    
    -Eso me confirma que no estás bien atendida, pues debías estarlo, coño, debías, no debías pasar hambre de polla con el tremendo polvo que tienes. Sé lo jodido que es...
    
    Agustina mirando cómo se la pelaba, le dijo:
    
    -¡¿También te va el pescado!?
    
    -Hoy por hoy, si cojo un culo de hombre o de mujer lo reviento, pero no lo decía por eso.
    
    -¿Y por qué lo decías?
    
    -Porque sé lo jodido que es andar con ganas. Desde que me dejó mi mujer no he vuelto a probar un coño en mi salsa.
    
    Agustina no se lo podía creer.
    
    -¡¿Llevas cinco años sin follar?!
    
    -Cinco años, dos meses y unos días, ¿y tú?
    
    -Tampoco te voy a responder a esa ...
    ... pregunta.
    
    Agustina no llevaba nada debajo de la bata. Abrió las piernas y sin querer queriendo le enseñó al suegro su coño peludo. Dejó que se lo viera, cerró las piernas, y le dijo:
    
    -No me acordaba de que no llevaba bragas. ¿Qué es eso de un coño en tu salsa?
    
    No le contestó a la pregunta.
    
    -Abre otra vez las piernas que me quiero correr mirando para tu coño.
    
    Agustina abrió las piernas de par en par. Pedro la sacudió a toda mecha y se corrió sobre la alfombra.
    
    El bebé se había quedado dormido comiendo. Agustina guardó las tetas y llevó el niño a la habitación de matrimonio donde estaba la cuna. Pedro fue detrás de ella y al inclinarse para poner al bebé en la cuna, le apartó la bata para un lado y le arrimó la polla al coño. Agustina le dijo:
    
    -Estate quieto, Pedro.
    
    La agarró por la cintura y le frotó la polla entre las nalgas.
    
    -Llámame papá y deja que frote mi polla en tu coño, frotándola ya me corro otra vez, hija.
    
    -Vete a la mierda.
    
    -Más quisiera, pero no me dejarías comerte el culo, hija. ¿O sí?
    
    -No soy tu hija, cerdo.
    
    Agustina para apartar a su suegro de ella empujó con el culo y sintió cómo la polla pasaba entre sus labios vaginales. A Pedro se le encharcó la polla de jugos.
    
    -Estás muy mojada. Sé buena y deja que te haga disfrutar.
    
    -No, no quiero.
    
    Pedro le rogó.
    
    -Anda, bonita, deja que juegue con tu coño.
    
    Agustina ya estaba muy cachonda y se empezó a dar.
    
    -Sin meter. ¿Te vale?
    
    -Me vale.
    
    Agustina se dio la vuelta, se ...
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