1. Un último baño (Partes 1 y 2)


    Fecha: 23/03/2023, Categorías: Gays Autor: Soccer94, Fuente: CuentoRelatos

    ... sus jadeos de placer aumentaban también. Ese tío tan rudo acariciaba mi cabeza con sus manos enormes y me miraba desde arriba poniendo carita de tierno pidiéndome que no parara.
    
    Os lo juro, mi pantalón iba a reventar. Me fui quitando toda la ropa hasta quedar desnudo y llené toda mi boca con su polla hasta lo más hondo que supe. Esa nueva sensación de poder acariciar ese rabazo con toda mi saliva me estaba volviendo loco.
    
    Lo disfruté tanto que antes de que me diese cuenta sus ojos se abrieron de par en par y solo escuché: “¡Joder!”.
    
    Acto seguido el hombre tatuado se sacó de mi garganta, agarró mi cabeza apoyándola contra la pared del baño y colocó su rabo justo encima de mí mientras se masturbaba gimiendo de placer.
    
    Sentado en el suelo desnudo ante ese hombre completamente vestido y todo el grosor de esa entrepierna asomando bajo la hebilla de su cinturón me di cuenta de lo lejos que había llegado. Lejos de sentir miedo o querer salir corriendo solo me nació hacer una cosa: abrir la boca.
    
    Sabía lo que iba a pasar. Él dejó de pajearse en seco, agarró mi cabeza aún con más dureza y acercó su polla a mí.
    
    (Se hizo el silencio.)
    
    Noté los dos o tres primeros chorros de leche caliente explotando en mi lengua y el resto salpicaron mi cara, inundándolo todo.
    
    Su polla empezó a escupir hacia mí sin parar.
    
    Mi pelo, mi frente, mi nariz y mi boca quedaron cubiertos de él en su totalidad. Quise tragar saliva y sin poder evitarlo su leche blanca empezó a ...
    ... precipitarse a borbotones por los lados, chorreando por mi barbilla hasta el pecho. Mi polla y el suelo se llenaron de gotas de su espeso semen.
    
    Sacudió las últimas gotas encima de mí y restregó suavemente su polla por mi rostro, evitando que su leche se derramara en mis ojos.
    
    Se quiso apartar para limpiarse y le pedí que no lo hiciera. “Espera”, le dije.
    
    Me incorporé para ponerme de rodillas, le agarré de la hebilla del cinturón y lo empujé hacia mí volviéndome a meter su rabo entero hasta la garganta... Estuve unos minutos mamando sin parar hasta haber limpiado bien su rabo. Aquello me hacía disfrutar como un enano.
    
    Unos instantes después acabó, metió su verga dentro del pantalón, subió la cremallera y se despidió.
    
    “Cuídate chavalín”, me dijo mientras oía sus pasos alejarse. “Si quieres, nos volveremos a ver”.
    
    Me quedé sentado en el suelo apoyado contra la pared, cubierto de lefa de arriba a abajo y mi polla no podía más, iba a explotar literalmente.
    
    No sé cuánto rato pasó hasta que me levanté, pero no podía creérmelo. Al volver a la realidad recogí mi ropa del suelo y me asomé para asegurarme de que no quedaba nadie en el vestuario.
    
    Lo reconozco, me sentí culpable. Encendí rápido el grifo para que esa ducha hiciese desaparecer todo lo sucedido. Al ver cómo el semen iba goteando contra el suelo al entrar en contacto con el agua me di cuenta de lo cachondo que estaba, así que apoyé una mano en la pared y con la otra me empecé a pajear jadeando sin reprimirme ...