1. Carla y su aventura en una nueva ciudad


    Fecha: 23/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: sumisatada, Fuente: CuentoRelatos

    ... las piernas de manera muy sensual. Poco a poco fue subiendo hasta abrir un poco la toalla y dejar su coño depiladito a la vista. Empezó a ponerse aceite por los brazos, subiendo hasta su pecho.
    
    Con un ligero movimiento, hizo que su toalla se abriera y empezó a restregarse las tetas y llenarlas de aceite, haciendo que relucieran y resbalaran tanto que pudo evitar soltar un gemido mientras pellizcaba, estaba vez más fuerte, sus pezones. Volvió a gemir, esta vez más fuerte. Deseaba que su vecino la escuchará y se masturbará mirándola desde el otro lado de la ventana. Abrió la caja y sacó el consolador. Debía medir por lo menos 20 cm. La boca se le hizo agua y lo llevo a sus labios, abriéndolos ligeramente y sacando su lengua para llenarlo de saliva.
    
    Poco a poco se lo fue metiendo entero en la boca, quería que su vecino imaginara que era su polla la que estaba mamando. Cada vez se emocionaba más, aumentaba la velocidad en la que ese falo entraba y salía de su boca, se le caía la baba por la comisura de los labios y mojaba sus tetas. Casi no podía aguantar más y aún no se lo había metido en el coño. Había llegado el momento. Lo llevó todo empapado a su rajita y comenzó a acariciarla con la punta. No podía parar de gemir, cada vez más fuerte. ...
    ... Menudo espectáculo estaba dando ella sola.
    
    Su novio iba a flipar viendo el video y ojalá que su vecino ya lo estuviera haciendo. Jugó un rato con su clítoris y lo acerco a su agujerito. Quería alargar el juego, pero no podía más, iba a reventar. Así que de golpe, se lo metió todo de una en el coño. Joder, que grande era. Soltó un gemido súper fuerte, su espalda se arqueó provocando un movimiento muy sensual en su cuerpo. Con la mano que le quedaba libre no paraba de estrujar sus tetas, se iba a arrancar los pezones a ella misma. El orgasmo no tardó en llegar, no pudo reprimirse más, pero tampoco quería acabar nunca.
    
    Apoyó el consolador en el sofá y, dando la espalda a la ventana, ofreciendo unas vistas espectaculares de su culo, se sentó sobre él y empezó a follárselo como si le fuera la vida el ello. Se corrió varias veces, su flujo caía a chorros por la base del consolador y formó un charco en el sofá. Continuó hasta no poder más, respiró unos minutos exhausta y exhibiendo su despampanante cuerpo tumbado.
    
    Apagó el video y se fue a la cama, con una sonrisa de satisfacción y el coño aun chorreando.
    
    Este ha sido mi primer relato. Si os ha gustado y queréis seguir conociendo las aventuras que le esperan a Carla, no tenéis más que decirlo. 
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