1. Carla y su aventura en una nueva ciudad


    Fecha: 23/03/2023, Categorías: Infidelidad Autor: sumisatada, Fuente: CuentoRelatos

    ... la había visto por la ventana el día anterior y sabía que estaba en alquiler. Ella asintió tímidamente y él le pregunto si se llamaba Carla, a lo cual ella respondió sorprendida que sí. Le dijo que no era adivino, pero que el cartero había dejado un paquete para ella en su casa y que si quería pasar a recogerlo.
    
    Carla estaba cachondísima, durante el minuto que pasó en el ascensor con ese hombre no paró de imaginar todas las posturas en las que podría follárselo en ese metro cuadrado y en todos las partes de su cuerpo donde su polla podría correrse. Sin embargo, no quería ponerle los cuernos a su novio. Al menos no tan pronto. Él la invitó a pasar, pero ella le dijo que tenía prisa y que le esperaba en la puerta.
    
    Al llegar a casa y abrir el paquete, Carla encontró una nota de su novio que decía:
    
    “Mi amor, imagino lo difícil que estará siendo para ti llegar a casa y no tener una polla cerca que llevarte a la boca. Con lo zorra que eres, seguro que ya has salido a la calle a pasearte como una perra en celo y ahora mismo tienes hasta los muslos mojados. Espero que este regalito te ayude a apagar un poco tu fuego, porque ya sé que del todo es imposible. Te amo, putita. No olvides grabarte y enseñarme como te corres”.
    
    En la caja venía un consolador de cristal, enorme, durísimo y precioso. Carla no veía el momento de metérselo entero, pero le gustaba tanto esa sensación de excitación, que decidió prepararse un baño de sales y espuma, ponerse música erótica y abrirse un ...
    ... buen vino, para así dar rienda suelta a sus pensamientos y alargar al máximo el ardor que sentía dentro.
    
    Una vez en la bañera, comenzó a acariciarse las tetas lentamente, pellizcándose los pezones hasta sentir ese ligero dolor que tanto le pervertía, bajando por su cintura, acariciando su ombligo y hundiendo sus manos entre su coño. Quería pensar en su novio, pero no se quitaba de la cabeza la voz grave de su vecino, el calor que desprendía su cuerpo en el ascensor, imaginar cómo tendría la polla…
    
    Bebió un sorbo de vino y apoyó la copa sobre su clítoris, jugando a rozarla con él mientras con la otra mano manoseaba sus tetas imaginando que eran las manos de su vecino quien lo hacían. Joder, aun no sabía su nombre y ya había fantaseado hasta con el sabor de sus corridas.
    
    Tras un buen rato, en el que se autocastigó varias veces para no llegar al orgasmo, salió de la bañera y decidió obedecer las órdenes de su novio. Le gustaba provocar, pero aún más le encantaba ser una perrita obediente. Su novio le había ordenado grabarse y enseñarle como disfrutaba de su regalo, pero decidió que no sólo él sería quien disfrutara del momento.
    
    Recordó que su vecino le había dicho que le había visto por la ventaba, así que decidió mover el sofá delante de la misma, para que él también pudiera disfrutar del espectáculo. La abrió, puso el móvil a grabar y se reclinó sobre el sofá, vistiendo solo una pequeña toalla, dejando la caja del regalo junto a ella. Comenzó a untarse aceite por ...