1. Viaje de placer


    Fecha: 22/03/2023, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... con el negro. Nos quedamos mirándonos un instante que se me hizo eterno, sin palabras, hasta adelantó su cabeza y me besó. Pude notar sus labios en los míos, su lengua jugando con la mía en mi boca, y me abracé a él correspondiendo a sus besos con más pasión aún, notando su polla contra mi coñito a través de su pantalón. Me ponía cada vez más caliente y me abracé a él como un koala a un árbol, notando como sus brazos me levantaban del suelo, y sin dejar de besarnos me llevó hasta su furgoneta, acondicionada en su parte trasera con un colchón hinchable que hacía las veces de cama, por lo que me imaginé que debía realizar viajes largos a menudo.
    
    Me quitó la camiseta y me dejó en el colchón, empezando a recorrer mi cuerpo con sus labios. Apartó las copas de mi sujetador, besando y lamiendo mis pezones que estaban duros como piedras. Mientras sus labios los atrapaban sus manos desataban las lazadas de mi braguita, quitándomelas y dejándome prácticamente desnuda. Sus dedos empezaron a rozar mi coñito mojado acariciando mi clítoris. Mis gemidos de placer debían oírse en kilómetros alrededor, pero lo mejor fue cuando el lugar de sus dedos lo ocuparon sus labios y su lengua. Aquel hombre sabía cómo comerse un coñito, y así me arrancó mi primer orgasmo corriéndome como una fuente en su boca.
    
    Sin dejar de sentir los últimos espasmos de mi orgasmo empecé a desabrocharle su pantalón para disfrutar yo también de su polla. Cuando bajé su pantalón me quedé con la boca abierta al ver ...
    ... su tamaño. Había visto muchas pollas en mi vida, pero ninguna tan grande y gorda como aquella, y empecé a lamerla mientras le masturbaba con mi mano. Empecé a metérmela en la boca para chupársela, aunque sólo pude meterme una parte debido a su tamaño enorme. La notaba en mi garganta mientras mis manos acariciaban sus huevos, llenos de semen que quería sentir en mi interior. Me hizo parar y tumbarme en el colchón, bien abierta de piernas, y rozó su glande mientras yo le gritaba que por favor me follase, que quería sentir toda su polla, aunque me hizo sufrir un poco con el roce antes de empezar a metérmela. Estaba tan mojada que entró sin dificultad, sintiéndome plenamente llena. Empezó a moverse cada vez más deprisa, pudiendo oír el chapoteo de mis flujos, hasta que volví a correrme aullando de placer.
    
    Sin sacármela me hizo ponerme a cuatro patas como una perrita, continuando con la follada que me estaba dando, hasta que noté sus dedos en mi culito. No era virgen, pero pensar en aquella inmensidad dentro de mí me hizo estremecerme. Pude notar como salía de mi coñito y rozaba mi hoyito trasero con su polla mojada de mis flujos. Apretó un poco y me metió su glande. Me dolió un poco, pero debió darse cuenta porque la sacó un poco para volver a intentarlo. Poco a poco iba entrando, dejándola para que me acostumbrase. Cuando ya por fin me relajé lo suficiente volvió a moverse, con su mano acariciando mi coñito a la vez, Me estaba volviendo loca de placer y llegué a pensar que me ...