1. La vi crecer (Capítulo 2)


    Fecha: 22/03/2023, Categorías: Incesto Autor: Gabriel B, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo reviso… Te sigo, y bueno, veo lo que publicás.
    
    —Ay, qué incómodo Eze, creo que te voy a bloquear —dijo, jocosa.
    
    —Nunca hubo secretos entre nosotros, no veo el motivo de que tengas que privarme de ver las cosas que hacés públicamente.
    
    Lelu se sentó. Se había servido un vaso de leche, y en un platito puso cinco galletitas de vainilla que había encontrado en la alacena.
    
    —Es verdad, entre nosotros nunca hubo secretos. —Me miró fijo, y yo me sentí desarmado. En ese momento Lelu podría pedirme lo que quisiese. Yo no sabría cómo decirle que no—. Que rara que está mamá ¿No? —dijo, inesperadamente.
    
    Me llamó la atención el cambio de tema. Más aún cuando justamente estábamos hablando de no ocultarnos nada. Tal vez Lelu quería ocultar algo, pensé en ese momento.
    
    —El mundo está raro —contesté—. Es la nueva normalidad.
    
    —¿Pensás que es sólo por eso?
    
    —¿A qué te referís?
    
    Lelu miró hacia arriba y luego a la izquierda. Según un programa de televisión que había mirado hace años, era un claro gesto de alguien que estaba a punto de mentir, o cuanto menos, de alguien que no diría toda la verdad.
    
    —Nada… No me gusta cómo te trata a veces —dijo, ahora agachando la cabeza.
    
    Estaba contento por haber revertido la situación. Lelu parecía no recordar que me había descubierto mirándola con lujuria. Tal vez ya ni siquiera estaba segura de que eso fue lo que sucedió. Pero me tomó por sorpresa descubrir esa mirada crítica hacia su madre. Después de todo, yo no era el único ...
    ... que había notado lo irritable y escurridiza que actuaba Carmen en los últimos días.
    
    —¿Y cómo me trata a veces? —inquirí.
    
    —No sé… pero siento que no te trata con el mismo cariño con el que la tratás vos.
    
    —¿Ah, sí? —Sentí la necesidad de defender a Carmen—. Mirá, cada uno es como es. Yo estoy seguro de que tu mamá me quiere. Quizá lo expresa de otra manera… Además tiene mucha presión en el trabajo en estos tiempos.
    
    —Sí, debe ser eso —dijo, sin sonar convencida.
    
    Tomó el vaso de leche. Yo presté exagerada atención a cómo el líquido blanco entraba en su boca, manchando sus labios.
    
    Fue a lavar el vaso. Hice un esfuerzo sobrehumano para no mirarla, ahora que me daba la espalda.
    
    —Voy a salir a comprar algo, así aprovecho para tomar aire —dijo Lelu. Acto seguido me estampó un beso en la mejilla, sin decir nada. ¿Había compasión en ese acto?
    
    Esa misma tarde Lelu se encerró en su cuarto para hacer ejercicio. Salió, después de una hora, totalmente transpirada. Su piel brillaba, y gotitas de sudor se deslizaban por su cuello. La remera estaba totalmente adherida a su torso.
    
    —Voy a bañarme acá abajo porque la ducha de mi baño no funciona bien. ¿Podés revisarla Eze? —me dijo.
    
    —Sí, claro, después lo hago.
    
    Me quedé en el living, escuchando cómo el agua caía sobre el impresionante cuerpo de mi hijastra. Me acerqué a la puerta. Desde la vez que la acaricié mientras dormía, no había hecho nada fuera de lo normal. Casi parecía un verdadero padrastro. Pero una vez ...
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