1. Celebración en altamar


    Fecha: 17/03/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lustsins, Fuente: CuentoRelatos

    ... poder soltarme un poco. Prepare un trago de ron para Joe, sé que eso le gusta, subí para entregárselo y coordinar el sonido. Le entrego el trago y brindamos de nuevo. Le pregunto que podemos escuchar de bueno a lo que me responde: “en vez de escuchar prefiero verte a ti, llevas mucha ropa puesta, quítate algo, sé que debes verte tan rica como mi mujer, o eres penosa”. What?, pero míralo que atrevido pensé para dentro de mí. Me sentí intimidada no solo porque me fuese a comparar con Carla, si no por su seguridad, por como mandaba, era la voz al mando. Sabía que era un macho dominante, ahora me pensaba que tanto lo era. Hice que no prestaba atención a su orden y vi encima del tablero los controles para poner la música. Revise y vi que había un iPad que podía utilizar, busque el playlist y coloque algo de reggaetón moderno. Se escucharon las bocinas, subí el volumen bien alto y me dispuse a volver donde Carla. Me gire y haciendo un saludo militar mire a Joe a los ojos muy seriamente y dije: “como usted mande capitán” y me aleje dándole la espalda, contoneando mi hermoso culo el cual sabía que le gustaría y removí sin pensarlo mucho mi top, dejando libre mis pechos.
    
    Eso me hizo sentir otra persona, Carla me vio venir y en su mirada notaba asombro. Finalmente, las amigas disfrutaban un hermoso paseo casi que como Dios las trajo al mundo. Me agarro de la mano y me dijo: “estas divina, a poco se siente mal estar así, es lo mejor del mundo”. Y respondí: “eso sí, dos cosas: no ...
    ... estoy mejor que tú y no quiero quemarme con este sol intenso”. Me dijo: “que Joe opine al respecto y ven para colocarte algo de protector”. Me tomo de la mano y me guio hasta dentro del bote para buscar el protector solar. Al estar dentro de la cabina todo estaba en silencio, solo se escuchaba muy lejos la música y el ruido del viento colarse por las ventanas. Busque en la nevera un poco de hielo que hacía falta y prepare otros tragos más. Carla regreso con el protector y salimos. Para ese entonces pude sentir como el bote recortaba velocidad, al parecer nos acercábamos a nuestro destino. Al salir notamos que Joe había dejado la sala de mando y apagado el motor del barco. Se encontraba en nuestro nivel atando unas sogas al bote para luego fijarlas a un pequeño muelle cercano. Saca el ancla, la alzo y lanzo con gran fuerza al fondo del mar.
    
    Habíamos atracado en un lindo paraje en el medio de la nada en pleno Mar Caribe. Una especie de cayo. Era un espectáculo, arena blanca como la sal, aguas turquesas totalmente cristalinas, par de palmeras para nuestra sombra y nosotros para continuar la fiesta. Joe continuo a bajar ciertas cosas para nuestra estancia allí. Nosotras subimos la música y nos dispusimos a untarnos el bloqueador, el sol era fuerte y nos hacía sudar. Carla me giro de espaldas a ella y comenzó a untarme la crema con suavidad por mis hombros y cuello. Se sentía fresca sobre mi piel caliente. Estábamos ambas de rodilla sobre la proa del bote. Miraba al alrededor y no ...
«1...345...12»