1. El encargo


    Fecha: 11/03/2023, Categorías: Voyerismo Autor: Demian1558, Fuente: CuentoRelatos

    ... pero nunca pasó nada ni ahí, salvo contarnos alguna cogida con algún tipo, así que tenía que ir preparada, en principio me fui a la casa en bicicleta, porque pensé, si pongo el asiento con la punta para arriba seguro que se mete bien en la concha durante el viaje y voy a llegar bastante calentita y entonada como para encararla. Y así fue que volaba de la calentura cuando llegué, con decirte que hasta los shorts ya estaban mojados.
    
    P: Sos una guacha, contá.
    
    M: Yo sabía que Julia tenía pensado salir hoy sábado de noche, o sea que a la hora que yo llegaba estaría saliendo de bañarse, y efectivamente cuando me abrió estaba con un camisolín de algodón corto mojado por el pelo recién lavado, sin nada abajo, por supuesto se le transparentaban los pezones oscuros y el triángulo de pendejos, imaginate que entre la paja de la bici y eso ya me puso a mil.
    
    P: Y ella no se fijó en vos?
    
    M: En principio no sé si se dio cuenta que estaba mojada, pero yo si me quedé mirándole las tetas y la concha, no quería que sospechara todavía a qué venía, a ver si todavía se me iba al mazo antes de empezar.
    
    P: No me mirés más con esa cara de puta que me vas a hacer acabar.
    
    M: Y como querés que te mire con esta poronga que me estoy tragando, por lo menos me podrías alcanzar el consolador así yo también me saco un poco las ganas.
    
    Me estiré hasta la mesita de luz y saque del cajón dos, uno tamaño normal y el otro un vibrador chiquito, le pregunté cual quería.
    
    M: Dame mejor el ...
    ... chiquito, así deseo más que me metas la pija, porque cuando te cuente me la vas a meter bien adentro no?
    
    P: Dale contame y vas a ver hasta dónde te la entierro!
    
    M: Esperá así yo también lo disfruto despacito. Lo primero que me pide Julia es que la acompañe al cuarto que se estaba probando ropa para la noche, eso ya me gustó, por lo menos me aseguraba verla desnuda. Cuando llegamos era todo un quilombo de ropa tirada por todos lados, ella se sacó el camisolín y se empezó a probar vestidos, me quedé mirándola un rato, me di cuenta que tanto me jodiste con el encargo de que querías me cogiera a mi mejor amiga, que me había pasado los últimos días mirándole esas tetas en forma de perita con los pezones grandes y me las imaginaba metiéndomelas en la boca y chupándoselas hasta hacerla volver loca, y tantas veces me hablaste lo lindo que debía ser apoyarse ese culo paradito, que parecía hecho con compás, que de solo vérselo me daba ganas de agarrarla por atrás y enterrarle la concha. Ya estaba alucinando y no veía la manera de sacarme su cuerpo de la cabeza, para dejar de pensar le pregunté si me podía probar algo.
    
    J: Sí claro que podés, acá tengo este enterito que a vos te va a quedar bárbaro.
    
    Me saque la remera y el short y lo doblé para que no se dé cuenta de lo empapado que estaba, y ahí se dio cuenta de cómo tenía la bombacha mojada.
    
    J: Mirá como tenés la concha, que te anda pasando?
    
    M: Aproveché la pregunta y le conté que últimamente no sabía que me pasaba, pero ...
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