1. Amigos para siempre: Resucitando la pasión


    Fecha: 20/02/2023, Categorías: Anal Autor: enredada, Fuente: CuentoRelatos

    ... similar al que hacía poco me había sometido su mujer.
    
    Volvía a estar al borde del precipicio. Todos mis músculos se contraían, doblegada mi voluntad a aquella boca que me arrastraba por universos lúbricos. Mario no podía más, sus testículos se endurecían en mi boca por momentos. Podía sentir la erupción salvaje que se gestaba en su interior. Lleve una mano a su polla y empecé a masturbarle al mismo ritmo que marcaba su esposa, mi amiga. Pude sentir su lava incandescente subiendo y me dejé llevar en un orgasmo brutal mientras su leche caía sobre mi cuerpo. Raquel bebió de mí y alzó la cabeza con la boca abierta a tiempo de que el néctar de Mario le surcara la cara. Tenía una mirada intensamente lasciva, sus labios estaban embarrados de mis fluidos y aún buscaba insaciable que el semen de su marido entrara en su boca.
    
    Nos derrumbamos los tres sobre la cama, la cabeza de ella recostada en mi vientre, el cuerpo de él junto al mío acariciando la espalda de su mujer y besándome con ternura. Éramos una unión perfecta de cuerpos relajados y exhaustos.
    
    -Dios chicos, que pasada! -Suspiré- Menos mal que descubrimos esto ahora y no hace unos años o ninguno de los tres habríamos acabado los estudios.
    
    -Jajaja, ¿te imaginas? Todos esos años de instituto follando como monos. -Dijo Raquel entre carcajadas mientras Mario se recolocaba en la cama con una de nosotras a cada lado.
    
    -Chicas estáis muy locas, pero sois increíbles. Oye yo de todo esto no puedo contar nada ...
    ... ¿no?
    
    -Mario!!! -Gritamos las dos al unísono dándole un golpe en el pecho.
    
    -Vale, vale -dijo riendo.- Si total ¿quién coño me iba a creer?
    
    Raquel y yo empezamos a hacerle cosquillas mientras él se retorcía. Volvíamos a ser esos tres amigos de siempre, riendo en confianza con cualquier cosa.
    
    Dejamos descansar un rato a Mario mientras jugábamos como niñas en la cama. Tratábamos de inmovilizarnos la una a la otra haciendo una parodia de la lucha cuerpo a cuerpo, nos intercambiábamos pellizcos y caricias, besos fugaces y mordiscos suaves. Poco a poco el ambiente se fue caldeando otra vez.
    
    Raquel fue al baño. Al volver tenía el pequeño mando a distancia de mi regalo en la mano y nos sonreía desde el umbral de la puerta.
    
    -¿Quién quiere el poder? -Preguntó con ese gesto de niña traviesa que es tan suyo. El cordoncillo del huevo asomaba ya en su entrepierna.
    
    Mario y yo nos miramos divertidos y saltamos a la vez para tratar de alcanzar el mando. Me agarró por las caderas tirando de mi, devolviéndome al centro de la cama para tomarme la delantera. Yo salté sobre su espalda y ambos caímos de la cama en una maraña de brazos y piernas mientras la risa de Raquel tintineaba a nuestro alrededor. Nos tiró el mando en el aire. Mario lo alcanzó al vuelo y se levantó al triunfal grito de: -mío!!
    
    Yo fruncí el ceño con gesto de fastidio y crucé los brazos enfurruñada. Raquel se me acercó y me besó en los labios mientras acariciaba mi cabeza. -Pobrecita, si no tiene juguete…
    
    -Eso es lo ...
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