1. Conociendo a la Maestra de mi Hijo


    Fecha: 12/02/2023, Categorías: Lesbianas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... una mano rodeaba mi cuello, y colocaba sus dedos en mi boca, con la otra frotaba mi raja lubricada. Nuestros cuerpos se perdían en lujuria, y lo estábamos disfrutando, y para mejorar el placer subí una de mis piernas sobre la mesa y dejé que Isabel metiera dos de sus dedos hasta mi útero mientras, doblaba mi cuello para encontrar su boca y besarla con mucho placer. Estaba cerca de un nuevo orgasmo cuando Isabel saco sus dedos de dentro de mi, solo para lamerlos, como acto seguido se agachó, abrió mi culo y cuando esperaba sus dedos en mi ano, me sorprendió introduciendo su lengua, y comiendo con gran esfuerzo mi recto; era la primera vez que alguien me hacía esto y la verdad se sentía de maravilla, era una nueva zona erógena sin indagar que está jovencita perversa había conquistado, y con mis manos le ayudaba a abrir más mis nalgas para que su lengua llegará más profundo, e Isabel con sus manos me frotaba el coño, lo que hizo que tuviera un leve orgasmo que pronto tenso mi cuerpo, haciendo que gimiera cómo una gata en celo.
    
    Como pude empujé la cabeza de Isabel hacía afuera, luchando para que se separara de mi culo, y sin pensarlo comencé a besarla con mucha lengua, conociendo así el sabor tan excitante de mi ano. Isabel se separó de mi, mi vestido estaba atrapado en lo ancho de mis caderas, y la maestra de mi hijo comió de mis tetas como si las quisiera devorar, a lo que no le negué, estuvimos así por unos segundos y mi mano comenzó a acariciar su depilado coño y poco ...
    ... a poco nuestros cuerpos cayeron a las alfombras sin dejar de abrazarnos. Isabel ya en el suelo volvió a besarme de forma intensa y con su mano hizo que sus pezones se rozaran con los míos mientras trataba de frotar su vuelva con mi cuerpo.
    
    Rápidamente noté su desesperación, y como pude empujé su cuerpo hacía delante de mi, haciendo que su culo se asentará en las alfombras, abrí mis piernas y con mis manos abrí las de Isabel y de forma paralela insertamos nuestros coños en unas inolvidables tijeras, que al chocar nuestras vulvas nos saco un agradable suspiro a ambas que no pudimos prevenir. Un tanto temerosas nos sostuvimos con los codos y comenzamos a mover nuestras caderas, a un ritmo que nuestros sexos se frotaran. De inmediato, pude notar los jugos de Isabel juntarse con los míos, ambas comenzamos a transpirar, y nuestras vulvas se comenzaron a tensar. cada movimiento provocaba el regocijo de nuestros cuerpos y con gran afán movimos nuestros cuerpos, no tardé en escuchar la respiración profunda de Isabel, que pronto convirtió en gemidos como el de una perra copulando, y los movimientos se hicieron más rápidos lo que provocó en mi un sentimiento de placer y afán por liberar la tensión de mi vagina, el sexo de Isabel comenzó a palpitar, y sentía que se sobresaltaba en mi coño, mis caderas se movieron con mayor amplitud lo que provocó el fuerte orgasmo de Isabel dejando caer su cuerpo hacia atrás y perder el control de silencio, y su vagina succionaba mi clítoris lo que ...