1. Autobiografía sexual (Parte 8): Lo malo de vivir sumisa


    Fecha: 06/02/2023, Categorías: Confesiones Autor: LorePadilla, Fuente: CuentoRelatos

    ... trataba. Y mi mamá me trajo de vuelta aquí a Tequisquiapan donde nací y he vivido siempre. Todo fue extraño después de que tú y yo cogimos, deberías advertirle eso a la muchacha con la que te revolcarás hoy.
    
    —Perdón, no pude evitar reírme —dijo luego de explotar a carcajadas.
    
    —Tranquilo, yo también necesitaba reírme —contesté riéndome con él.
    
    —Bueno, pero seguramente estarás agradecida con quien haya pagado tu fianza y con todos los que te hicieron bien.
    
    —Si tan solo supiera quien fue, tal vez sí. Pero a la vez no quiero saberlo, no sea que quiera sacar provecho de ello.
    
    —¿Por qué lo dices?
    
    —Porque ahorita estoy viviendo en casa del amante de mi mamá y me quiere cobrar el hospedaje y otros favores que me hizo con sexo. De hecho, hoy me forzó.
    
    —Lamento que eso haya sucedido y gracias por tenerme la confianza. Perdona que hable a la carrera, pero se me hace tarde. Deseo de todo corazón que te vaya muy bien y no sufras más desgracias.
    
    Adrián sacó una libreta de su mariconera, escribió su número de teléfono en una hoja y me la dio, ofreciéndose para lo que me plazca y cuando me plazca. Le agradecí, le deseé una noche divertida y cada quién tomó su rumbo.
    
    Volví a la casa antes de que anocheciera y encontré a mi mamá sola. Por fin, ambas con la privacidad que requeríamos, platicamos de absolutamente todo lo que nos aconteció durante ese tiempo sin vernos, lloramos, reímos y sobre todo, nos aconsejamos. Lo único que le oculté fue que había tenido ...
    ... relaciones con Ignacio.
    
    —Mamá, ya no seas exageradamente sumisa. Ve lo que te pasó con mi papá, vas a repetir el mismo patrón con Ignacio.
    
    —Es que esa es mi naturaleza, hija.
    
    —Pero dejas que te traten como a un objeto. Y de alguna forma lo aprendí de ti, tanto que ya sabes lo que me pasó con mi tío y con el señor Romanin.
    
    —Discúlpame, hija. Siempre te aconsejé, pero nunca fui congruente con mis actos.
    
    —Descuida, mamá. Ya verás que no me dejaré de ningún hombre, pero me preocupas tú. ¿Hasta cuándo serás así?
    
    —Haré todo lo posible por mejorar en ese aspecto, te lo prometo. Más adelante verás que mi relación con Ignacio progresará aún más y yo maduraré en todo lo que me haga falta.
    
    En eso, Ignacio interrumpió nuestra conversación al llegar a la casa y omitió el saludo.
    
    —¿Y la comida?
    
    —Ya está hecha —contestó mi mamá—, enseguida te la caliento.
    
    —Sí porque ya tengo mucha hambre.
    
    «Pobre de mi mamá, ¿cómo llegó a fijarse en un sujeto tan maleducado? Al menos mi papá tenía buenos modales» pensaba convencida de que mi mamá terminaría peor con esta relación.
    
    Luego de comer, fui a mi recámara y, para sorpresa mía, había una caja sobre mi cama con una nota encima que decía "Ábrela. Esto es tuyo, Lorena". Fui cuidadosa de que no entrara nadie a mi habitación y procedí a abrir la caja.
    
    —¿¡Qué chingados!? —reaccioné asombrada de ver al interior de la caja mi teléfono celular, un cargador y un fajo de billetes que me puse a contar y eran quince mil pesos en ...
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