1. Juanita, la esposa del jefe


    Fecha: 31/01/2023, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... longitud de mi mango y dejarlo reluciente!
    
    T: ¡Dios!!! ¡Que rico!!!
    
    J: ¡Uhm, me encanta el semen!
    
    Se recostó en la mesa y reclamo mi atención que inmediatamente fue solícitamente puesta en práctica, todavía no la había liberado de su ropa interior, unos sostenes y braguitas blancas, de encaje semitransparentes que dejaban adivinar sus pequeños y erguidos senos, coronados por una aureola marrón y unos pezones erectos y desafiantes que rápidamente procedí a acariciar y lamer, mi lengua y mis manos sorbían y masajeaban sus carnes haciendo que la excitación aumentara por momentos en ella.
    
    Después hundí mi cabeza en su entrepierna y note como su almeja estaba chorreando, los jugos se escapaban de su interior y dejaban sus labios brillantes, labios que separe suavemente con mi lengua hasta dejar al descubierto el pequeño botón de su clítoris que se estremecía de placer en cada uno de mis lengüetazos, poco a poco con suaves movimientos rotatorios de mi lengua conseguí arrancar de su garganta suaves gemidos de placer que llenaban de sensualidad la habitación en la que estábamos, mis caricias se prolongaron a lo largo de unos momentos, desplazándome de su suave chocho hasta su ano en el cuál estuve entretenido un tiempo.
    
    J: ¡Oh!!! ¡Que rico uhm!!!
    
    T: ¡Me encanta tu sabor!
    
    J: ¡Así!!! ¡No pares, uhm!!!
    
    T: ¡Que manjar tienes entre tus piernas!
    
    Los suaves gemidos se convirtieron en poco rato en grititos que intentaba ahogar mordiéndose el labio inferior, sin ...
    ... embargo, mi trabajo obtuvo su premio y al cabo de unos instantes explotaba en un largo orgasmo que hizo que todo su cuerpo se arqueara sobre mí.
    
    T: ¡Así nena, que rico!!
    
    J: ¡Oh!!! Uhm!!! ¡Ah!!!
    
    Después de unas contracciones se relajó y me abrazó fuerte susurrándome en la oreja mientras me besaba suavemente que quería ser penetrada, sin hacer ninguna objeción agarre su rico trasero y llevándola en vilo coloque mi falo en su entrada y la embestí de una sola estocada, note como todos los músculos de su cuerpo se ponían en tensión y proseguí las salvajes embestidas mientras ella se agarraba a mi espalda y me arañaba salvajemente demostrándome así el placer que sentía.
    
    T: ¡Juanita!!! ¡Que rico aprietas!
    
    J: ¡Uhm!! ¡Así, no pares, uhm, dámela, uhm!!
    
    La embestía una y otra vez cada vez más rápido, la esposa del jefe solo gemía y se movía acompañando mis salvajes embestidas.
    
    Levante sus piernas y de “patas al hombro” seguí dándome gusto, Juanita me arañaba más fuerte la espalda y más rico se movía, la mesa se movía fuerte, avisándole a sus vecinos que la acción estaba a tope, ¡nos besábamos y le mordía sus duros pezones!
    
    J: ¡Que rico lo haces!!
    
    T: ¡Es que tú me inspiras!!
    
    Cuando note que estaba a punto de llegar al clímax me retire y la tumbe sobre la mesa, dejando todo su culo a mi vista, ella intuyendo mis intenciones se puso de rodillas y se acomodó para recibir mi verga por su negro orificio.
    
    ¡Suavemente fui entrando todos mis centímetros en su ...