1. Los polvos bajo las estalactitas


    Fecha: 28/01/2023, Categorías: Erotismo y Amor Autor: Havelass, Fuente: CuentoRelatos

    Allí, parada en el umbral de la biblioteca, enfrente la calle, detrás los libros, a Priscila le asaltó una seria duda: ¿sería cierto que la raza humana, de natural, era promiscua? En fin, en sus más de veinte años de madurez intelectual, tras dejar de ser una adolescente tímida e introvertida, ella nunca lo fue; de hecho, se casó con Ramiro enamorada, sin haber probado más polla que la suya; todavía, ese día, era la única polla que conocía, su tacto, su sabor, la longitud y dureza con que la acogía, en su coño, en su boca, en su culo; pero ¿y si se estuviera perdiendo algo? Esta noche se celebraba Halloween. Ramiro y ella habían quedado con amigos para salir a divertirse.
    
    Priscila había escogido un disfraz de Maléfica, insinuantemente femenino, pues la falda era cortísima y una cremallera recorría su torso provisto de hermosas tetas y su abdomen liso como una losa. A Ramiro no le hacía ninguna gracia ver a su mujer tan provocadora; pero, en fin, una vez que se disfrazó de Joker y le pidió a su mujer que le practicarse una mamada mientras apuraba un cigarrillo sentado cómodamente en el sofá, y ésta se la hizo, de rodillas entre sus piernas, demorándose en darle lametones en glande y prepucio, en recorrer con sus labios rojos de carmín el tronco venoso de arriba a abajo, y, finalmente, dando enérgicas sacudidas con la boca, sacando su leche, que tragó, limpiando los restos del semen por todo el contorno de la polla, dejándola limpia y reluciente como cuando salió de la ...
    ... ducha, quedó conforme.
    
    En su trabajo como bibliotecaria, el conocimiento que tenía de los libros había ido en aumento. Había algunos que jamás eran prestados, y que poca gente había leído. Hubo uno que le llamó la atención, por el título: "Los polvos bajo las estalactitas". El libro estaba catalogado como de ciencias; sin embargo, pronto, en cuanto leyó el segundo capítulo, Priscila se dio cuenta que no: se trataba de una novela, y, para más señas, de tipo porno: en ella se relataba la vida de una tribu de homínidos que, establecidos en una cueva de origen kárstico durante un verano entero, se dedicaban a pescar, marisquear, ya que el lugar estaba cercano al mar, y a practicar sexo, sobre todo a esto último. Todos follaban con todos..., y no solo follaban; también había mamadas y comidas de coño. En fin, todo un recital. A Priscila se le humedeció tanto el chocho mientras leía, que no tuvo más remedio que ir a los aseos para aliviarse con los dedos; aunque más le hubiese gustado colarse en el aseo de los tíos: debía comprobar que realmente era humana, debía chequear su promiscuidad.
    
    Priscila y Ramiro salieron de su casa en dirección al centro de la ciudad, donde habían quedado con su grupo de amigos. Por el camino iban encontrando todo tipo de personas disfrazadas; abundaban las maléficas y los jokers, aunque también había muchos pennywise y reyes de la noche, no digamos de enfermeras ensangrentadas, o de jasons y otros clásicos. Llegaron al lugar de reunión, ei bar Tarot, y ...
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