1. En el bazar de Túnez


    Fecha: 25/01/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... sin disimulo y ella miraba hacia abajo con cara de no estar pasándoselo nada mal. Al entrar en la tienda, reaundaron el regateo y a Estela le costaba centrarse en disimular. No había necesidad. Yo sabía lo que estaba pasando y me estaba excitando muchísimo.
    
    -¿ Por qué no te vas a tomar un refresco mientras yo termino de negociar?
    
    -¿Estás segura? ¿ Y cuándo vuelvo?
    
    -No tengas prisa, quizás tardemos veinte minutos o media hora
    
    Así que mi mujer, de manera indirectamente directa me estaba pidiendo que me perdiera. Que la dejara sólo con un tipo al que no conocía porque estaba excitadísima. Yo, obedecí mientras seguía con una gran erección. Solo que no me fui a tomar nada. Estuve unos minutos deambulando por las cercanías , sintiendo que los minutos sehacían horas y con el morbo y la necesidad de volver. Me acerqué a la tienda de nuevo y por suerte, no había ningún cliente por allí. El cierre estaba un poco bajado y no estaban allí. Con sigilo, me acerqué a la pequeña puerta con cortinas que había detrás del mostrador y lo que allí observé era excitante y morboso. Mi mujer estaba de rodillas y le estaba haciendo una mamada a Ibrahim ( que así se llamaba, me enteré después).Él estaba sentado sobre la mesa, con los pantalones por los tobillos y Estela se la chupaba con ganas. El tipo tenía una buena tranca, un poco más grande que la mía. Intenté que no me vieran y ni me moví, pero tenía una excitación increíble. Allí estaba, viendo como la mujer de mi vida se la estaba ...
    ... chupando a un desconocido en un país extranjero, con un juego que se me había escapado de las manos y lejos de enfadarme, sólo podía pensar en lo exicitado que estaba yo y en lo bien que se lo estaban pasando ellos. De pronto, él levantó a Estela, la apoyó contra la mesa y la penetró vaginalmente pero desde detrás. Joder, allí seguía yo, mirando las embestidas de Ibrahim y empezando a escuchar los jadeos ahogados de Estela. Así estuvieron unos cuantos minutos hasta que él se corrió. Antes de que se dieran la vuelta y se vistieran, salí rápido pero con sigilo del establecimiento. Miré la hora y dejé pasar cinco minutos. Cuando volví, ellos estaban allí con las bolsas de las compras preparadas. Yo para disimular, me acerqué para hacerle un gesto de cariño a Estela y ella interpretó que quería besarla así que me dio un pico rápido con el sabor del rabo de aquel tipo.
    
    Cuando salimos, le pedí que me contara y me dijo que lo haría en el hotel. Al llegar al hotel me contó que sólo se habían besado, que la había metido mano y que cuando quiso penetrarla, ella le dijo que no. Pero mientras follábamos, yo, excitado, le conté que los había visto y que me había encantado y nos corrimos los dos al mismo tiempo.
    
    Al día siguiente, nos fuimos al autocar con el resto de turistas de varios países, para ir hasta el hotel de la playa donde pasaríamos cinco días. Sabíamos que, al volver, tendríamos de una noche y parte de la mañana para volver a disfrutar en Túnez. En la playa, follábamos ...