1. En el bazar de Túnez


    Fecha: 25/01/2023, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Ese verano elegimos viajar a Túnez y no recuerdo muy bien cuál fue el motivo. Resultaba más barato que otros destinos y alternaba unos días de playa con un tour por el país. Antes de montarnos en un autocar que nos llevara a la playa puesto por la agencia de viajes, decidimos acercarnos al zoco para matar algunas horas.
    
    Allí mi mujer llamó la atención, como todas las occidentales que se adentraban allí, vistiendo al modo occidental. Después de pasar calor y sudar viendo algunas tiendas que no terminaron de convencer a mi mujer, entramos en una que sí le agradó. Tenía bien puesta la mercancía y tenía una amplia variedad. Mi mujer , Estela, es de llevar algún detalle a su familia, o sobrinos. Lo malo es que en Túnez, tienen la costumbre de regatear por los precios y comprar cualquier cosa, puede llevar unos cuantos minutos que a mí me desesperaban.
    
    Así que en esa tienda, empezó a regatear por unas camisetas para sus sobrinos,por unas sandalias,por una pequeño tablero de ajedrez para su padre, cuatro chorradas. Mientras, yo me aburía mortalmente y mi mujer y el único tendero del negocio, negociaban cada céntimo, luchaban por él. Yo salí y fui a visitar a unos metros, en una pequeña plazita donde había ventiladores que echaban agua pulverizada, lo que me alivió del calor. A los tres o cuatro minutos, volví a la tienda y, según me contó mi mujer fue el tendero el que, con la excusa de que ella tocara la calidad de unas prendas, la agarró amablemente para que negociara ...
    ... junto a ella detrás del mostrador. Al volver, yo entré y le pregunté a mi esposa si:
    
    -¿Te falta mucho?
    
    -Pues no sé, la verdad, pero podías ayudarme a regatear
    
    -¿Para qué?.
    
    -Joder, para ahorrarnos un dinero
    
    -Pero Estela, si estás luchando por unos pocos euros al cambio. ¿ No es mejor que le pagues y que nos vayamos al hotel a darnos una ducha y poner el aire acondicionado?
    
    -No, es que ya es por mis narices joder, que no quiero que el tipo este me time.
    
    El tendero , como todos los de allí, sabe chapurrear varios idiomas, lo suficiente para poder negociar y regatear. No creo que se enterara de la esencia de nuestra conversación. Así que allí siguieron, regateando sin parar durante un rato.
    
    Yo me senté en una silla que había en el fondo de la tienda, mirando un poco el móvil para matar el tiempo. En un momento determinado, mi mujer, llegó a ganar los tres o cuatro útlimos regateos. Yo pensé que era ya por cansancio del vendedor y por lo rápido que Estela aprendía.
    
    Así que pagamos, ella salió de detrás del mostrador y nos fuimos con la amabilidad y la sonrisa del vendedor. De pronto, a Estela le entró la prisa.
    
    Cogimos un taxi y ya en el ascensor del hotel, empezó a besarme porque subimos hasta la planta de nuestra habitación sin que nadie subiera con nosotros. Se la notaba con ganas de juerga y yo no pregunté. Cuando nos tumbamos en la cama, nos besámamos y nos quitábamos la ropa, se me ocurrió preguntar que qué la pasaba que estaba caliente y me dijo ...
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