1. Jugando con mi cuñada


    Fecha: 17/01/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hinchados labios, me separé de ella. Me miró, me sonrió y bajó la pierna del sofá al suelo. Se fue hacia el baño y me quedé mirando cómo le temblaban las piernas del orgasmo tan fuerte que acababa de tener.
    
    Me quedé allí tumbado, pensando en lo que acababa de suceder y con una excitación que me impedía pensar con claridad. Me levanté, fui a la habitación donde estaba durmiendo mi mujer y cerré tras de mí la puerta, pero dejándola ligeramente abierta. Me quité el bañador y le bajé las braguitas a mi mujer que dormía medio de lado, bocabajo. Se despertó ligeramente al notar que la tocaba pero al ver mi polla tiesa se limitó a sonreír y dejarse hacer. Me tumbé sobre ella y comencé a frotar mi polla sobre su coñito. Al notar lo dura que estaba, se estremeció de placer y abrió más las piernas para facilitar la penetración. Le abrí un poquito el culo con ambas manos para poder ver bien cómo entraba mi polla en su coñito y se la fui metiendo muy despacio, notando como cada pliegue de su piel se cerraba sobre él. Una vez que había llegado hasta el fondo, comencé a follarla, primero despacio, pero al momento aceleré el ritmo, ya que necesitaba correrme tras lo que acababa de pasar con mi cuñada. Ana se terminó de despertar al ver el rimo de mi follada y me confesaba que le ponía cachondísima que hubiera entrado a despertarla de esa manera. Al momento ya estaba a cuatro patas, frotando su coñito mientras yo bombeaba en su interior. No podía contener los gemidos del placer que ...
    ... estaba sintiendo y quiso ahogarlos mordiendo la almohada, pero eso le excitaba más y se escapan de la habitación, a través de la puerta que había dejado un poco abierta intencionadamente, para que lo escuchara mi cuñada. Pensar en que Sara estaba escuchando cómo me follaba a su hermana sabiendo que ese calentón era fruto suyo, me estaba llevando a un orgasmo ya próximo, así que la saqué y tal y como estaba Ana a cuatro patas, apunté y le llené el agujerito de su ano de mi leche calentita, que rebosaba y escurría por su coñito. Le encanta que la ponga perdida de mi semen; dice que la hacer sentir una putita. Justo cuando notó mi chorro de leche en su culo, comenzó a frotar fuerte su clítoris terminando en un orgasmo que ninguna almohada podía silenciar.
    
    Salí de la habitación y fui al baño a ducharme y cambiarme de bañador para ir a la playa, mientras Ana recuperaba el aliento. Al salir al pasillo, me crucé con Sara, que con una sonrisa pícara se acercó a mi oído y me dijo:
    
    - He oído cómo hacías que se corriera mi hermana, pero esa polla tan dura me la había ganado yo. Me debes una.
    
    Me guiñó un ojo y se fue a su habitación a cambiarse mientras yo seguía con la mirada su culo cómo se alejaba contoneándose. Mientras estaba en el baño, entró mi mujer y me abrazó por la espalda, me besó y me preguntó qué había estado haciendo en la siesta que me había puesto hecho una fiera. Me limité a decirle que era culpa suya, y que al entrar a la habitación y verla tumbada bocabajo, me ...