1. Jugando con mi cuñada


    Fecha: 17/01/2023, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    En mi anterior y a la vez primer relato, contaba cómo me quedé a solas con mi mujer en la piscina cubierta de mis cuñados y pasó un poco de todo en esas aguas…
    
    En esta ocasión, voy a hablar de Sara (como voy a referirme a mi cuñada) que cuando sucedieron los hechos del relato anterior, había salido a comprar y no tuvo ocasión de aparecer en escena.
    
    Sara y mi mujer Ana, tienen una estrecha relación y como vivimos cerca, casi siempre estamos juntos. Nos gusta compartir viajes, comidas y cenas. Mis cuñados tienen dos hijos. Sara es igual de bajita que mi mujer, alrededor de 1,60m, con los ojos azules y el pelo negro con una melena corta.
    
    Siempre he tenido un buen feeling con ella desde que nos conocimos pero nunca me habría imaginado hasta dónde llegaría nuestro buen rollo…En el último año, me había empezado a fijar más en ella. Tiene un cuerpo muy apetecible como el de mi mujer, pero además tiene esas dos buenas tetas, algo que siempre había considerado secundario cuando me fijaba en una mujer, dándole más importancia a su culo, cara y cuerpo en general. Han sido varias las ocasiones en las que he ido a su casa con Ana en verano y Sara simplemente llevaba un vestido de tirantes y las braguitas (supongo) por lo que aprovecho siempre para espiar a través de su escote en busca de mi premio. No sé qué me pone más, cuando va sin sujetador o cuando lleva ese mismo tipo de vestido de tirantes de estar por casa pero se aprieta las tetas con uno de esos sujetadores push up. ...
    ... Estoy deseando que lleguen los veranos y el buen tiempo para verla con tan poca ropa.
    
    Como decía, este último año había empezado a tontear más con ella, y notaba que me seguía el rollo, pero supongo que ella lo hacía de cachondeo y yo en plan cachondo. Cuanto más excitado estaba ese día, más sobrepasaba la línea de lo políticamente correcto y en ese momento me dejaba llevar, pero luego me daba cuenta de que no sabía cuál era su opinión respecto a este jugueteo y si en algún momento iba a pararme los pies en seco y contárselo a su hermana. La verdad es que la relación con ella es muy buena y nunca he querido que sufriera las consecuencias de un calentón pero hay momentos en los que no siempre pensamos con la cabeza y nos lanzamos a la piscina. Esta vez parece que tuve suerte y había agua.
    
    El verano pasado, después de comer, yo estaba tumbado en el sofá jugando con el móvil y llegó mi cuñada con mi mujer y se sentaron cada una en uno de los sillones que quedan al otro lado de la mesa de centro, frente al sofá donde yo estaba. Ana quedó en el que estaba más próximo a mi cabeza y Sara el que quedaba a mi pies, por lo que podía levantar la mirada por encima del móvil para observarla sin que se notara. Sara sólo llevaba uno de esos vestidos frescos de verano, con tirantes y sin sujetador. Cuando iba a sentarse, instintivamente miré y vi cómo al subir una de sus piernas flexionadas al sillón para sentarse sobre ella, dejó a la vista durante milésimas de segundo sus braguitas. Me ...
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