1. ¿Te follaste un desconocido?


    Fecha: 04/01/2023, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos

    ... gustos y tus límites, y tú confiaba plenamente en Él.
    
    La puerta de la habitación se abrió y al cruzar por primera vez vuestras miradas, te distes cuenta que era YO. Algo se removió en tu interior. Nos saludamos con un “hola”, y entraste. Dejaste tus cosas, y tan apenas habíamos intercambiado cuatro palabras, cuando te viste sorprendida por un intenso beso.
    
    –Desnúdate– te ordene, mientras tomaba asiento, dispuesto a disfrutar del espectáculo. Ahí estabas tú, de pie en medio de la habitación y sintiendo mis ojos clavados en ti. Te ruborizabas, te sentías como un objeto, observada mientras te ibas despojando de cada una de tus prendas hasta acabar completamente desnuda.
    
    –Abre las piernas y coloca tus manos detrás de la cabeza–. Nuevamente obedeciste. Comencé a manosearme todo tu cuerpo de manera poco delicada, buscando tu humillación.
    
    –Ahora vengo, no te muevas– te dije. No tarde en volver, trayendo conmigo tu nuevo vestuario: un par de medias, un liguero de vinilo y unos zapatos de tacón, todo ello de color negro.
    
    Te vestiste torpemente sentada sobre mis rodillas, humedeciendo mi pantalón con tu sexo, y te pusiste en pie.
    
    –Ven–.
    
    Te situé frente a un espejo de cuerpo entero y te coloqué un collar, también negro. Un escalofrío te recorrió el cuerpo. La sensación de sentir como aquel adorno iba rodeando tu cuello era indescriptible.
    
    –Mírate, ¿qué ves? – te susurre al oído.
    
    Te veías extraña, poco acostumbrada a vestirte de ese modo, pero se apreciaba a ...
    ... una perrita preparada para ser utilizada por su Dueño.
    
    –Desnúdame… y comienza por el cuello– te ordene.
    
    Te diste la vuelta y empezaste a quitarme la camisa. Tus labios buscaron mi cuello, y fueron descendiendo por mi torso. Consciente de que YO observaba tu parte posterior en el espejo, tratabas de agacharte sugerente, de tal manera que tus nalgas quedaran bien expuestas. Cuando alcanzaste mi ombligo, te pusiste de rodillas y me quitaste el pantalón, evidenciándose mi erección bajo mi slip, el cual fuiste bajando a la vez que tus labios recorrían mis ingles.
    
    Con mi miembro erecto frente a tu cara, miraste hacia arriba, y mi mirada penetrante te hizo retirar la tuya enseguida y centrarla en la delicia que tenías a escasos centímetros y que no tardaste en llevarte a la boca. Rodeaste mi glande con tus labios y comenzaste a ensalivarlo y a juguetear con tu lengua, que continuó su camino deslizándose por el tronco hasta la base, y subiendo de nuevo para esta vez introducir mi verga en tu boca.
    
    Tras varios minutos inmersa en una felación en la que tratabas de poner todo tu empeño, te agarre de la cabeza y profundice hacia mi garganta, provocándote una arcada, la primera de varias que se sucedieron más adelante, pues hacía tiempo que deseaba follarte la boca. La sensación no era placentera, pero mi excitación era cada vez mayor.
    
    - Sé que te gusta lo que te hago, pequeña zorrita. Te dije mientras una lágrima caía de tu cara.
    
    Cuando lo considere, te retire, quedando ...