1. Mi marido me pega... Y me gusta


    Fecha: 18/12/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... calentaba el culo con la zapatilla, pero esto era muy distinto.
    
    - ¿Sigo?
    
    Virginia se echó sobre su novio abrazándolo y besándolo y le dijo.
    
    -Sí, sigue, pégame, pero fóllame, haz lo que quieras conmigo amor mío, soy tuya, perdóname, lo siento mucho, quiero que me lleves lejos de aquí y me folles, me pegues y me folles… todo esto lo decía sin dejar de besar y manosear a Damián, que no salía de su asombro, llevaban poco tiempo de novios, pero Virginia ya le había dicho que ella llegaría virgen al matrimonio, concretamente dicho en sus propias palabras, su propósito era llegar “señorita”.
    
    A los 15 minutos de este suceso ya estaban en una casa de campo de unos familiares, y allí Virgi dejó de ser virgen, su novio la desfloró y disfrutaron de un sexo intenso, sucio y morboso, como no podían ninguno imaginar solo media hora antes, cuando Damián le metió la mano bajo el vestido en aquellos aseos a su chica y notó que tenía las bragas empapadas supo que tenía ante él un volcán en erupción, y decidieron mezclar sus lavas para el resto de sus vidas.
    
    Pero volvamos al inicio del relato, Virginia volvía a casa, vivían en medio de la huerta, su marido tenía tierras y ella era ama de casa, él no le permitía otra cosa que criar a sus hijos y cuidar de la casa, y ella más encantada no podía estar.
    
    Llegó corriendo, y como vió que era muy tarde decidió recalentar el zarangollo que tenía en la nevera, así parecería que habría estado toda la mañana cocinando, puso la sartén en ...
    ... el fuego sin quitarse el bolso, y se fue rápidamente a cambiarse, se quitó los zapatos de medio tacón, y el vestido y se puso una bata fresca con botones por delante de color rosa, y unas zapatillas rojas de verano como de felpa, pero muy frescas abiertas por detrás y por los dos dedos de delante, cada vez que se quitaba unos zapatos de tacón y se ponía unas zapatillas sentía una sensación parecida al orgasmo.
    
    Nada más volver a la cocina, su marido entrando por la puerta, y se dijo, jo que bién hoy he tenido suerte, no me ha pillado.
    
    Virginia trataba a su marido como a un rey, cuando llegaba a casa después del duro trabajo, le ponía una cerveza fresca o un vino dependiendo de la época, y algo de aperitivo, se preguntaban que tal el día y pasaban un rato muy a gusto.
    
    -¿Qué ha hecho hoy mi sultana?
    
    -Pues nada nuevo vida mía, limpiar y arreglar la casa y la comida, mira como huele el zarangollo.
    
    -Otra vez zarangollo?
    
    Virginia palideció, en ese momento pensó que su marido podría pensar que el zarangollo estaba hecho de otro día, y ella le habría mentido.
    
    Pero desde hacía unos días tenían una novedad en casa y no hablaban de otra cosa , así que Damián se levantó abrazó por detrás a su mujer y acariciándole el vientre le dijo:
    
    -Como está mi pequeño Dami?, lo estarás cuidando bien , verdad?
    
    Virginia se quedó embarazada en la noche de bodas, pero se habían enterado pocos días antes, y desde ese momento la felicidad reinaba en aquella casa.
    
    -Está aquí con ...