1. Un marido sumiso moldeado a su gusto


    Fecha: 17/12/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... grité.
    
    Lo que yo quería era experimentar dolor sexual y mi esposa lo sabía.. Uno de sus objetivos era no sólo ayudarme a convertir mis fantasías oscuras en realidad, sino también a satisfacer mi retorcida necesidad de sentir mucho dolor a manos de una mujer dominante.
    
    Realizando este tipo de practicas, ambos sentíamos aumentar nuestra secreción de adrenalina y buscábamos nuevas formas de que esta secreción fuera continua... Lola me dijo después de casarnos que el destino la había traído a mi vida para que pudiera infligirme dolor y sufrimiento… Y yo le creía.
    
    - "¿Cómo te sientes ahora?... ¿El dolor es más intenso?", me preguntó.
    
    - "Sí”, dije.
    
    - "¿Sí?"
    
    - "Sí, me duele mucho más que antes, señora."
    
    - "Pero, ¿duele lo suficiente?"
    
    - "No, señora!"
    
    - "Eso es lo que necesito saber."
    
    Lola continuó apretando mis testículos con su mano derecha mientras me miraba a los ojos.
    
    - "No sé si podré soportar más dolor… Me duele mucho", le dije.
    
    - "Yo espero que sí."
    
    A mi esposa le encanta hacerme sufrir, hasta el extremo que su coño se moja y se excita sexualmente cuando no encuentra limites a infligir dolor… Nada para ella es tabú y es capaz de hacer cualquier cosa, alcanzando explosivos orgasmos.
    
    Colocando sus suaves y rojos labios sobre mi pezón izquierdo, Lola lo besó y lo chupó hasta que la pequeña protuberancia se endureció.. Entonces sentí sus dientes afilados mordiéndolo, sacando sangre y haciendo que temblara incontrolablemente... Soltó mis ...
    ... dolorosos testículos y envolvió sus dedos enguantados alrededor de mi dura polla, acariciándola con una ferocidad enloquecedora, desafiándome en silencio a correrme sin su permiso.
    
    Yo sabía lo que ella estaba haciendo pues una de las reglas más estrictas en nuestra casa es que eyacular sin el permiso de mi esposa se traduce en el peor castigo posible.
    
    Si mi semen saliera ahora disparado sin permiso, tendría que soportar los azotes más severos que uno se puede imaginar... Esto era algo que sabía por experiencia personal y fue un error que nunca quise repetir… Amaba a mi esposa, pero también le tenía miedo… Comprendí el lado sádico de su personalidad y supe exactamente lo que ella era capaz de hacer cuando se la provocaba.
    
    - "¿Te gustaría correrte?", dijo ella bromeando.
    
    - "Sí”, respondí.
    
    - "¿Crees que te has ganado el derecho a correrte?"
    
    - "No, señora."
    
    - "Veremos cómo te portas esta noche y tal vez te recompense después con una corrida."
    
    Lola liberó mi pene justo a tiempo... No habría durado otros diez segundos antes de estallar finalmente en su mano enguantada... Ella miró su palma con evidente disgusto y un gran ceño fruncido cruzó su cara.
    
    - "Mira lo que le hiciste a mi costoso guante… Es asqueroso", dijo ella, levantando su mano para que la viera.
    
    Bajé la mirada hacia la palma de su mano y vi el brillo del líquido del semen sobre el cuero negro.
    
    - "Lo siento… No fue mi culpa", le dije.
    
    - "Entonces, ¿de quién es la culpa, eh?... Porque ...
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