1. Con el sobrino político


    Fecha: 05/12/2022, Categorías: Gays Autor: Alejandro1987, Fuente: CuentoRelatos

    Estaba yo en Madrid, solo, pues mi esposa hacía 10 días había viajado a Sevilla para ayudar a su hermana recién operada de cirugía estética, ya Ud. sabe: un implante de tetas de silicona por aquí y otro por las nalgas, liposucción. En fin un picotillo de carne para lucir más joven.
    
    Fue un viernes por la tarde que recibo una llamada del sobrino de mi mujer, Ricardo de 28 años y que vive con su novia en Valencia. Me pregunta por su tía y le explico el motivo de su ausencia notándolo un poco contrariado.
    
    Le pregunto si hay algún problema y si puedo ayudarlo y me explica que está en el aeropuerto de Barajas pero le han cancelado su vuelo a Londres, por mal tiempo en el destino y que no podrá volar hasta el siguiente día para ir a ver a su novia, que está cursando un curso de perfeccionamiento del inglés en la capital británica.
    
    Lo invito a que venga a la casa, que aunque su tía no esté, él siempre es bienvenido aquí. Apenado me dice que él no quisiera molestar y lo corto:
    
    –Oye chaval, que vengas para acá y así me haces compañía, que estoy más aburrido que un sapo –se echa a reír y acepta.
    
    –Tío, ¿cuál es la parada del metro donde me tengo que quedar?, que ya ni me acuerdo, –entonces le explico que tome la línea 8 y se baje en la estación de Colombia y que salga por el ascensor que sale a la calle Príncipe de Vergara y de ahí camine hacia el mercado de Chamartín, me interrumpe para decirme que de ahí ya él sabe cómo llegar.
    
    Aprovecho que Ricardo no ha llegado y ...
    ... me doy una ducha y me pongo el pantalón de un mono deportivo negro, pero me quedo sin camisa, pongo a enfriar unas cervezas y dos botellas de vino blanco. Al rato tocan el timbre de la puerta y abro y ahí estaba Ricardo con su amplia sonrisa, nos abrazamos y besamos al estilo europeo, con dos besos.
    
    A mí siempre se me olvida el segundo y Ricardo me reclama:
    
    –Tío, que siempre me dejas con las ganas, te faltó el segundo beso.
    
    –Ahh ya, –le respondo yo y lo beso en la otra mejilla pero más efusivamente–. No me carezcas, que besos son los que me sobran. Dale, pasa, estás en tu casa.
    
    –Gracias tío, tú siempre tan amable y cariñoso, tú sabes que eres mi tío favorito, –y se ríe, mostrando su dentadura tan perfecta.
    
    –Bueno, por la frecuencia que nos visitas, no creo ser tan favorito.
    
    –No tío, no digas eso, tú sabes lo agitada que es la vida, puedes estar seguro que yo te quiero mucho, –vuelve a reírse.
    
    –Ponte cómodo, anda ¿quieres beber algo?
    
    –No tío, tú sabes que yo no bebo.
    
    –Pero puedes tomarme una cervecita o un albariño bien frío, –le digo.
    
    –Pues sí, un vinito blanco me viene bien, pero ¿tú crees que me pueda dar una ducha?
    
    –No, aquí en Madrid el agua está racionada, –los dos nos reímos. Lo acompaño a la habitación y abre su maletín y saca un calzoncillo blanco y acto seguido se desnuda delante de mí y me pregunta:
    
    –¿No te importa que me quede en cueros delante de ti, verdad?
    
    –Para nada, como más cómodo te sientas.
    
    –Gracias tío.
    
    –Veo que ...
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